Paulo Abreu y André Gil Mata han coincidido en el 21° Festival de Cine Europeo de Sevilla, presentando como directores respectivamente UBU y The Flame of a Candle. Curiosamente, la película que dirige Paulo ha sido coescrita entre los dos.
UBU es la adaptación de una obra fundamental del teatro del absurdo. Planteada como una parodia de Macbeth, fue escrita por el enfant terrible Alfred Jarry a finales del siglo XIX. La preocupación de Paulo por el actual escenario político mundial lo motivó para adaptarla al cine junto a André.
Desde que leéis o sabéis de Ubu por primera vez hasta que empezáis a trabajar esta adaptación, ¿cuál es vuestra relación con este texto?
Paulo Abreu: Ya lo conocía, pero fue André quien me sugirió adaptarla. Siempre he pensado que era muy interesante y actual, a pesar de sus más de cien años. Sobre todo actualmente, con figuras como Trump, Bolsonaro, Milei... que están más locos que Ubu.
André Gil Mata: Yo conocí y me sedujo la obra en los 90, cuando trabajaba en un teatro donde se representaba. Un día, tras haber hablado mucho con Paulo sobre sus proyectos, pensé que me encantaría ver una versión de Ubu con su sentido del humor.
Paulo, además de dirigir largometrajes y cortometrajes, has dirigido la fotografía en muchos de ellos. Con Ubu no ha sido así. ¿A qué se debe?
P.A.: Quería enfocarme en la dirección de actores y en la realización. Normalmente dirijo la fotografía cuando hago cortometrajes o documentales. Y tampoco siempre tengo el dinero para permitirme delegar. Por otro lado, me gusta mucho el trabajo de Jorge Quintela, quien hizo un estupendo trabajo junto a José Manuel Rodríguez, que es el rey del contraluz. Pensé que era muy importante para este filme tener contrastes fuertes, para conseguir un poderoso blanco y negro.
La sátira política canaliza las frustraciones contra los dirigentes de nuestras sociedades. ¿Nace desde un cinismo ridiculizador? ¿O desde la esperanza de poder estimular un cambio?
P.A.: El cinismo está en el texto original. Hay algunas modificaciones, pero ya encontrabas la sátira ahí. Sólo que fue escrito hace más de cien años, y por ende ridiculizaba a otros tiranos. Con mi aportación tengo la esperanza de que el espectador medite sobre comportamientos políticos actuales, pero tampoco intento dar lecciones de moral a nadie.
A.G.M.: Creo que, infelizmente, la película de Paulo nunca obtendrá la oportunidad de despertar al pueblo. Aun así, considero necesario proyectarla en el cine y que el público descubra la obra original. Es una caricatura de nuestra sociedad, de sus microestructuras de poder, y me gustaría que viéramos en la pantalla un reflejo de nuestro comportamiento.
Cuando meditáis el tono y el acercamiento a los tópicos tratados en vuestras obras, ¿cuál es la fina línea de la sátira entre el compromiso político y la trivialización de estos asuntos?
P.A.: Es difícil. A mí me gusta satirizar sobre temas que me preocupan, como la violencia.. En el caso de Ubu, es ridícula y cómica con batallas mal hechas a propósito. Quería combatir la naturalización con que se trata en el cine mayoritario. Y como es un texto absurdo, pensé que era acertado. Fue gracioso porque tenía un maestro de armas que era campeón de esgrima artístico, pero le pedía que hiciera lo contrario de lo que acostumbra a hacer.
El calentamiento global no solo es natural y ecológico, sino también es político. Y el personaje de Ubu parodia a líderes responsables del calentamiento global. Como ciudadanos, ¿qué está en nuestras manos para enfriar estos escenarios?
P.A.: Es un tema que nos preocupa. No lo sé, pero el cine puede concienciar a las personas. Filmamos juntos hace pocos meses un cortometraje satírico, en los Azores, sobre el calentamiento global. Aprovechamos un ciclón repentino y lo grabamos. Será positivo para el film, pero no quiero estar en un ciclón muchas más veces. Recientemente vivisteis los preocupantes horrores del cambio climático en Valencia. Y no será la última tragedia.
A.G.M.: Deberíamos estar más unidos y concienciados. Por desgracia, dudo que la humanidad vaya a durar tanto como pensamos. La naturaleza tiene motivos de sobra para eliminarnos. Podemos concentrarnos en los problemas que la humanidad tiene, pero los que provoca son mucho mayores.
Sobre la crispación política... En Portugal estamos celebrando cincuenta años de libertad y no sé si lo celebraremos por muchos años más. La extrema derecha entra con las mismas técnicas de siempre, simples y metódicas. Sus líderes son peores que Ubu. Y no es justo, porque destruir siempre es más fácil que reconstruir. El SEFF tiene ya 21 años, y hundirlo sería muy simple, pero construirlo lleva dos décadas.
Juan Escalera Pedregosa