MOISÉS SALAMA, DIRECTOR DE NO SEA TU FALTA

ENTREVISTA MOISÉS SALAMA, DIRECTOR DE NO SEA TU FALTA: “CULTURA Y AMOR SON ELEMENTOS PARA SALIR DE ESTE ATOLLADERO DONDE ESTAMOS METIDOS COMO SOCIEDAD.”

 

En la vigésimo segunda edición del festival de cine europeo de Sevilla hablamos con Moisés Salama,  director de documentales como Melillenses o Una historia personal. Esta vez viene para culminar su trilogía en la sección de panorama andaluz con No sea tu falta, una obra de un carácter personal y concientizador sin igual. Salama nos habla en primera persona de lo que es ser judío en tiempos de extremos.

En tu obra has puesto el foco en la historia de Melilla, pero esta vez te centras en tu propia familia y tus raíces sefardíes. ¿Cuál fue la chispa que encendió esta necesidad de contar tu historia personal? ¿Llevabas mucho tiempo dándole vueltas a este proyecto?

Surge de esa sensación de tristeza, un poco de melancolía al volver a Melilla, donde está mi casa familiar. Desde que murió mi madre está intacta, no se ha tocado ningún objeto. Y volver allí de alguna manera me revolvía interiormente, y si fuera un escritor me habría dado por escribir, pero soy alguien que se expresa con las imágenes.

Dijiste que parte del material está grabado por ti. ¿Sentiste desde pequeño ese interés cinematográfico?

Aquello era muy emocionante porque filmar entonces era que tú lo hacías con una maquinita de Super 8, la mandabas a un laboratorio y te volvía una semana después.

¿Cómo manejas esa línea fina entre contar tu vida y lo que es un documental público? ¿Hubo algo que decidiste "esto mejor me lo guardo para mí"?

No, Paula Bugni, la montadora y ayudante de dirección, fue quien puso los límites, porque ella no tiene nada que ver con mi familia. Es una persona que viene de otro mundo, entonces me venía muy bien para valorar las cosas. Ella me servía un poco de termómetro y de árbitro para decir: hasta aquí.

No sea tu falta es un título que se queda en la cabeza. ¿Qué significa exactamente para ti y cómo crees que resume lo que nos quieres contar con la película?

No sea tu falta” es una expresión oral que usaban los judíos del norte de África, que viene a decir que echamos de menos a alguien. Mi madre lo decía cuando estábamos en una celebración y faltaba alguien. Es bonito, es poético.

¿Crees que el panorama actual permite esta convivencia de culturas y religiones musulmanas, cristianas y judías? ¿Qué diferencias crees que existen con lo que tú viviste en tu juventud frente a la actualidad?

Está complicado, vivimos momentos difíciles, yo no entiendo lo que está pasando. Que haya jóvenes de veintitantos años que estén añorando el franquismo, que lo dicen claramente. No saben lo que es una dictadura, no saben lo que es la falta de libertad.

En varios momentos del documental reflexionas sobre las raíces y qué es pertenecer. Este debate se encuentra avivado por un auge de los extremismos tanto religiosos como políticos. ¿A qué crees que se debe? 

Yo creo que hace falta más cultura. Está en declive el concepto de leer, de informarse: te informas con cuatro cosas y ya sé lo que tengo que saber. Y otra cosa que hace falta en la sociedad actual es amor, que parece una cosa muy vulgar pero hace falta empatizar con el cariño. Cultura y amor son los elementos para salir de este atolladero en el que estamos metidos como sociedad.

En tu obra reflexionas sobre qué es ser judío ¿Qué es para ti esta idea?

Es una pregunta hoy en día compleja. Los judíos existen hace dos mil años. Sin necesidad del Estado de Israel. El Estado de Israel pretende luego ser la casa común de todos los judíos del mundo. Pero claro, estaba la mala consciencia del holocausto, de seis millones de judíos que mataron en la Segunda Guerra Mundial. Y en su primera etapa, veíamos con simpatía al Estado de Israel porque parecía democrático, libre, avanzado… Pero se ha ido convirtiendo en un Estado supremacista y colonial, que ha perdido principios del judaísmo, de respetar al prójimo, de ayudar al prójimo, todo lo ha perdido. Entonces, el debate consiste en reivindicar esa identidad rechazando la política de Israel y el Estado de Israel. Hay más millones de judíos que viven fuera de Israel que en Israel, es lo que se llama la diáspora. Lo que pasa es que hay que atreverse.

Ana Pérez Ruiz