Por Marina Redondo Arenas.
El sábado 25 de noviembre se proyectaba dentro de la sección Panorama Andaluz el primer largometraje de Hugo Ruiz: Una noche con Adela. Su historia sigue a una barrendera de Madrid, de turno de noche, dispuesta a imponerles la penitencia a los responsables de haberla convertido en lo que es. La proyección fue acompañada de un pequeño coloquio con el director, los productores y distribuidores, así como con algunos actores.
- ¿En qué momento surge la oportunidad de estrenar en Tribeca, el festival creado por Robert De Niro y Jane Rosenthal?
- Cuando acabamos la peli. Obviamente, lo que intentas es estrenar en un festival cuanto más importante mejor. Yo soy un tío muy muy echado para adelante y tengo mucha confianza en mí mismo, pero es cierto que Tribeca es un ¡ojalá!, porque allí llegan 13.000 películas de los grandes cineastas de todo el mundo. Y claro, cuando me llegó ese correo diciéndome que la habían seleccionado para celebrar allí el estreno mundial me vi diciendo: “¡Voy a estrenar en Tribeca!”. Y lo que pasó fue que, aunque yo no iba a sección oficial, el festival se reserva el derecho de poder recuperar a un director que les guste y decir, bueno, pues este también opta a este premio. A mí me recuperaron para optar a mejor director novel y lo gané. ¡Fue impresionante!
- En una entrevista con Laura Galán, la actriz protagonista, ella afirma que lo primero que pensó al leer tu guion fue que estabas loco.
- Me lo han dicho varias personas.
- Pero… ¿estás loco?
- Bueno, igual es inconsciencia. ¿Sabes qué pasa? Que yo tengo una idea y la plasmo con todas sus consecuencias. Yo escribí esta historia como la concebí y la rodé como tal. Y te puedo garantizar que si me prometen que si cambio una coma tengo 5.000 espectadores más, no lo hago, no me cabe duda.
- ¿Cómo fue la génesis de esta historia?
- Empezó viendo una película alemana que se llama Victoria, protagonizada por Laia Costa. Es la historia de una chica española en la noche berlinesa. La cámara le sigue en plano secuencia durante casi dos horas. La vi y dije ¡me encantaría contar algo así!. Las historias no tienen nada que ver. Y como yo no sé por qué, siempre he tenido obsesión con los barrenderos, dije si quiero rodar algo así, quiero que sea una barrendera fuerte en Madrid. A partir de ahí, ya creé
- ¿De qué manera te coordinaste con los distintos equipos? Porque, además, dijisteis en el coloquio que solo fueron seis días de ensayo.
- Pues tuve suerte: conté con un equipo espectacular. Laura Galán soporta toda la película, así que en el aspecto artístico tuve mucha suerte; y en el aspecto técnico también, porque lo que hacía mi equipo era darme soluciones a los problemas. Y también es cierto que en una película así surgen todo tipo de problemas, pero cuando tienes un equipo increíble que te arropa, todo fluye, lo cual no quiere decir que no fuese complicado.
- El personaje de Adela se caracteriza por una gestualidad muy marcada. ¿Esta venía ya definida desde el guion o fue fruto de la investigación de Laura creando el personaje?
- Laura leyó el guion, hicimos una primera lectura en mi casa y aquel día ya tuvo el 80 por ciento de la construcción del personaje. Laura captó enseguida a Adela. Luego trabajamos sus gestos, las paradas, porque como toda la película es una gran coreografía, para mí es muy importante dónde se detiene, qué mira, qué piensa. Y su gestualidad se va haciendo más intensa. Además, la complejidad de rodar todo el filme en un plano secuencia es que debes confiar en el talento de la actriz principal para llevarlo a cabo de manera fluida. Pero yo con Laura de eso me despreocupé.
- Hay varios títulos actuales que hablan de la mala praxis de la religión y sus consecuencias. ¿Crees que esto es una inquietud social o es solo una reflexión de unos pocos directores?
- Desafortunadamente, no pienso que sea una inquietud social y es una pena. Yo no ataco, ni mucho menos, a la religión. Yo lo que hago es criticar la mala praxis de la doctrina cristiana. Pero, creo que es una guerra perdida. Bueno, por lo menos yo lo cuento, ¿sabes? La película ha tenido en general buen recibimiento, pero sé que hay gente que la odia, quizás porque la han malinterpretado. Igualmente, si algo les ha removido -para bien o para mal- me doy por satisfecho. Yo hago cine para que el espectador no salga indiferente de la sala.
- En el coloquio se hizo hincapié en la necesidad de recomendar cine y sobre todo cine independiente. Como director de este tipo de películas, ¿qué tienen éstas que no posean otras?
- Yo te diría que una mirada distinta, que no entra dentro de los cánones ni del algoritmo. Para mí el cine independiente es eso: independiente.