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LA NO FICCIÓN ESPAÑOLA: ‘MAGALUF GHOST TOWN’, ‘WAN XIA’ Y ‘CANTO CÓSMICO. NIÑO DE ELCHE’

Sevilla, 8 de noviembre.- El festival ha acogido hoy la presentación de tres títulos de la sección Las Nuevas Olas No Ficción: Magaluf Ghost Town, de Miguel Ángel Blanca, Wan Xia, de Silvia Rey y Canto Cósmico. Niño de Elche, de Marc Sempere y Leire Apellániz. En el inicio del encuentro, los cuatro directores han coincidido en una reflexión que ha lanzado Miguel Ángel Blanca: “Hace algunos años había un debate algo cansino entre los puristas sobre qué debía ser un documental. Pero por suerte nos hemos librado de eso, en un momento de post-verdad, en el que todos vivimos una mentira, una representación”.

 

Miguel Ángel Blanca: “Hemos querido pervertir el lenguaje documental y llevarlo a otros lugares”

Con la hipnótica Magaluf Ghost Town, el que fuera líder de la banda Manos de Topo penetra en las entrañas del mediático municipio balear, uno de los preferidos del turismo low-cost de borrachera. Miguel Ángel Blanca huye del sensacionalismo habitual para bucear en la muy particular idiosincrasia de un grupo de habitantes de la localidad, en un retrato humano e irónico, tan extravagante como fascinante. La película llega a la sección Las Nuevas Olas No Ficción tras ser premiada en el Festival de Tesalonika y pasar por el Hot Docs Canadian International Documentary Festival.

“Fuimos a Magaluf para descubrir si esto del balconing y del concurso de felaciones era real o si teníamos una idea equivocada. Y enseguida nos dimos cuenta de que lo más interesante estaba en otro lado: en esa gente que convive con este tipo de turismo tan extremo, en temporada alta y también en la baja, cuando Magaluf se transforma en una ciudad fantasma. Fuimos encontrando a gente con la capacidad para resistir en ese contexto, construyendo sus propios relatos, a veces siendo capaces de sobrevivir gracias a la ficción. De hecho, la ficción recorre todo Magaluf: parece un plató de televisión, y el foco de la película está ahí, en ese plató, entre los neones”.

Blanca ha comentado que las aristas de la película le dan un aire casi marciano, y que la emparentan con géneros como el misterio o el terror. “¿Por qué no romper el mismo lenguaje documental y que no sepas si lo que mostramos es o no real? Y hay unas derivas hacia el cine fantástico, hacia el misterio, de repente los turistas ya no lo son, son vampiros. Es interesante esa perversión del lenguaje documental hacia otros lugares”.

 

Marc Sempere y Leire Apellániz: “Aunque sea formalmente inusual, hemos querido hacer una película popular para todo el mundo

Marc Sempere y Leire Apellaniz amplían al espectador su fascinación por un creador irrepetible en Canto Cósmico. Niño de Elche, un film que escapa del retrato al uso para hablar no solo de la personalidad y el trabajo del artista, también de la onda expansiva que provoca a su paso. Una mirada que permite entender el impacto de este músico, fotografiar el momento cultural que vive España, y hacer una profunda reflexión sobre el papel de la tradición y la heterodoxia en un arte como el flamenco, y sobre la capacidad de aceptación de los más puristas ante lo innovador.

Marc Sempere ha contado el germen del largometraje: “La idea de hacer una película sobre Paco, pero no en su individualidad sino en la cantidad de voces que lo conforman. Queríamos hacer una película sobre Niño de Elche pero sin que fuera el protagonista. Fuimos tratándolo y la amistad fue creciendo. La motivación inicial era saber de dónde aparece este hombre, y, para eso, había que saber mucho de flamenco, había que hablar con pensadores como Pedro G. Romero, como Ramón Andrés, y había que hacer un recorrido musical muy fuerte. Fuimos creciendo a su lado, porque cuando empezamos el proyecto no era todavía tan conocido, y de toda esa convivencia fue aflorando la película.”

Leire Apellániz ha reflexionado sobre su incorporación al proyecto: “Marc llevaba tres años y medio en marcha cuando me incorporé. Él ya traía mucho material grabado, muy dispar y muy potente, con un conocimiento grande del personaje y su entorno. A partir de nuestra incorporación, tomamos decisiones formales muy claras: no iba a haber entrevistas, no iba a haber bustos parlantes, no íbamos a grabar a Paco en un escenario con público, ni con otro instrumento que no fueran la guitarra y su propia voz. Y las performances iban a ser en plano secuencia, para captar la emoción real. Queríamos retratar todas esas voces que componen al personaje, mostrando qué parte de ellas incorpora Niño de Elche, para intuir o comprender quién es”. Apellániz ha rematado: “Aunque la película tenga una forma inusual, nada convencional, nuestra intención era la de llegar a todo el público, queríamos hacer una peli popular para disfrutar, muy emocionante y bonita.”

 

Silvia Rey: “Rodando me sentía como en un película de David Lynch

Silvia Rey ha presentado Wan Xia, evolución de su premiado corto homónimo y un insólito estudio de las habitualmente herméticas comunidades chinas en España, indagando en temas como los procesos de adaptación a nuevas culturas, los exilios emocionales o la identidad.

La cineasta ha explicado cómo nació el proyecto: “Tenía la fantasía de grabar el año nuevo chino y conocí a una masajista china que vivía en el barrio madrileño de Usera. Fui a la fiesta y había cuatro gatos, pero piensas que te vas a quedar hasta que te echen. Y no solo no me echaron, sino que se metieron en un centro de mayores y me invitaron a comer. Ni yo hablaba chino ni ellos español. Cuando me vi en esa fiesta, con el jolgorio, me dije que tenía que hacer esta película sí o sí”.

La cineasta ha relatado un proceso que supuso, de alguna manera, sumergirse en un mundo dentro de otro, en una China deslocalizada a la que normalmente no se puede acceder. “Es verdad que me invitaron, pero normalmente son muy herméticos, no contestan a casi nada. Para mí, ese centro era como estar en la China de verdad. Pero cuando llegaron personas que conocían el país, o chinos jóvenes, me decían que esa China ya no existe. Han hecho lo posible para conservar su espacio, cuidando los espacios de aquella época en la que ellos abandonaron el país, recreando algunas costumbres maoístas. De alguna manera se han quedado a medio camino entre China y España.” .

Rey ha hablado también sobre el tono alejado de la sobriedad de su película, rompiendo con algunas claves de la no ficción. “Rodando en el centro de mayores de Usera me sentía como en una película de David Lynch. Todo un montón de elementos que para una occidental son chocantes. Y ya para el cortometraje me inventé una voz en off juguetona, que se aparta bastante del género documental. La película era una especie de juego de espejos: ellos hacen una performance de lo que consideran que es China, y al mismo tiempo yo ruedo lo mismo: lo que yo digo que es China sobre lo que ellos dicen que es China. De algún modo nos apetecía experimentar”.