Aficionados y aficionadas al cómic y la ilustración tuvieron ayer por la tarde una cita doble con dos de los artistas protagonistas este año en el festival: el director de arte de la película Robot Dreams, José Luis Ágreda, y el autor del cartel de esta edición, Pedro Cabañas. Ambos se han explayado sobre su trabajo y sus fuentes de inspiración en sendas conferencias celebradas en Antiquarium, didácticas y marcadas por la entusiasta personalidad de los creadores.
Cuando Pablo Berger decidió adaptar al cine de animación la novela gráfica de Sara Varon Robot Dreams, necesitaba encontrar un lenguaje visual que se adaptase a sus necesidades narrativas. El punto de partida fueron los diseños originales del cómic que le habían enamorado, tenía que enriquecerlos y dotarlos de más recursos expresivos. Ahí es donde entró el trabajo del director de arte, el sevillano Ágreda, junto al que definió el estilo gráfico que daría una nueva personalidad a su proyecto.
“Pablo colecciona novelas sin palabras, y esta le gustó especialmente. Algo hizo click y empezó a visualizarla como película”, compartía el ilustrador, quien agradeció la puesta en valor de su oficio durante el festival, ya que, con frecuencia, se habla de la fase de la animación en este género, pero no así de la dirección de arte.
Robot Dreams es una carta de amor de Berger y su mujer, la documentalista y editora de la música del proyecto, Yuko Harami, a Nueva York, donde vivieron una década. Para el director, era su primera película de animación, pero asegura Ágreda que se volcó en el aprendizaje de esta disciplina: “es la única persona del mundo que se ha visto los extras de todos los DVD de animación. Hasta compraba libros de doblaje cuando la película era muda”.
En su adaptación explicó que buscaron evitar lo genérico. El libro de Sara Varon está en un espacio sin definir, pero Pablo Berger quería que la ciudad fuera una protagonista más. “Y enlazar con la pérdida y la nostalgia, porque siempre hay una Nueva York perdida para todos los que han vivido allí”, explicó Ágreda.
En la película, muda y retrofuturista, se van sucediendo los barrios de Soho, Chinatown, Chelsea, East Village... Cada zona de la ciudad de los rascacielos tiene su propia personalidad y así se plasma en el vestuario y en el lenguaje corporal de los personajes en las diferentes secuencias.
“Los dibujos de lVaron son más planos y naif, y en su novela gráfica se da protagonismo a la línea negra. Nosotros buscábamos la tridimensionalidad y una estructura continua durante toda la película, pero queríamos mantener la sensación de cómic de línea clara y color plano, propios de la escuela francobelga”, detalló el director artístico.
La producción es una de las película de animación más relevantes de toda Europa, se estrenó en el Festival de Cannes y ganó el Premio Contracampo en el Festival de Annecy, el más importante del mundo en este género. Está nominada a los Premios del Cine Europeo, que se entregarán en Berlín el próximo 9 de diciembre.
SEFF se abrió, precisamente, con una exposición formada por paneles con el arte del largometraje comisariada por Ágreda. La muestra estará abierta al público hasta el 10 de diciembre en la Sala de exposiciones del Ayuntamiento de Sevilla.
En su carrera, José Luis Agreda ha alternado la publicidad con el diseño de personajes y de fondos, el desarrollo de storyboards, la publicación de cómics y la ilustración en la revista satírica El Jueves y el dominical El País Semanal. En 2019, debutó como director de arte con la película de animación Buñuel en el laberinto de las tortugas (Salvador Simó, 2018), inspirado en el rodaje del documental Las Hurdes, tierra sin pan (1933), de Luis Buñuel.
“En mi primera película aprendí que los personajes que aparecen tenían que estar dotados de personalidad, que te diera la sensación de que se podía hacer una película con ellos. Como resultado, Robot Dreams es muy barroca en información secundaria. Desarrollamos tanto a los personajes principales como a los de apoyo. Da más trabajo, pero enriquece y te va llenando del tono de la película”, ha profundizado, para revelar que la cinta está plagada de homenajes al cine, con guiños a Annie Hall (Woody Allen, 1977) y Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976), entre otros clásicos contemporáneos.
Robot Dreams se estrena el próximo 6 de diciembre y es una propuesta, en palabras de su director de arte “con enfoque adulto en las emociones, pero que funciona para todas las edades”.
Las ventajas creativas del miedo
Tras la conferencia de Ágreda, le tomó el relevo el autor del cartel de esta edición, Pedro Cabañas. El diseñador gráfico ha realizado una conferencia donde se ha explayado tanto en sus comienzos autodidactas como en su trabajo de diseño gráfico.
“Era y soy una persona miedosa, pero eso ha sido mi motor. Siempre voy hacia lo que me saca de mi zona de confort. Me he metido en todo lo que no sabía hacer: concebir nombres, desarrollar marcas, afrontar el diseño de la revista de la Academia de Artes Escénicas de España sin saber diseño editorial, como tampoco sabía hacer carteles”, se abrió durante el encuentro un profesional todoterreno, autodenominado Juan Palomo, que se define como “diseñador artista creativo, porque soy todo”.
Licenciado en Bellas Artes por la Facultad de Sevilla, estudió diseño e ilustración en la Universidad de California en Berkeley. A su vuelta a la capital hispalense, diseñó los flyers de todas las raves de Andalucía. Paradójicamente, se le propuso hacerse cargo de la cartelería de las campañas de prevención de drogas de la Junta de Andalucía.
De ahí pasó a diseñar cubiertas de discos, de los que ha llegado a firmar un centenar. Entre los más destacados están los realizados para el grupo sevillano de rumbas y sevillanas Siempre así. Mañana lunes, de hecho, anunció que va a empezar a pergeñar el cartel de la gira con la que su disco Mahareta cumple 30 años.
“La imagen de este tipo de grupos era habitualmente una foto de los músicos con la Giralda detrás, pero yo la abordé gráficamente de manera muy distinta”, ha valorado.
Entre sus trabajos posteriores ha destacado como hito la identidad visual del operador líder en autobuses turísticos panorámicos City Sightseeing. Con 52 años decidió darle un giro a su carrera y volcarse en el diseño de carteles de cine o key art.
“El key art es la llave para transmitir una película, la herramienta para comunicar lo que es al público. El cartel de cine es más que un diseño, porque se trata de una imagen que sintetiza individualmente y como colectivo lo que es un título. Es una disciplina que abarca transversalmente todos los momentos de una producción y puede llegar a convertirse en fetiche”. Como así lo es para él el cartel de la primera entrega de La guerra de las galaxias, “que no Star Wars”, ha bromeado.
Cabañas también ha aprovechado la conferencia para reivindicar que el diseño de carteles de cine sea una profesión más reconocida por la industria. “A nivel de premios, solo los Feroz premian nuestro trabajo, cuando estamos al servicio de la película: sin key art se rompería un vínculo con el imaginario del cine, con las emociones que genera”.
Durante el encuentro ha dado a conocer sus procesos creativos con interioridades y curiosidades en el repaso a sus trabajos, entre los que se encuentran varios carteles para películas programadas en esta edición de SEFF en la sección Panorama andaluz, como Mamacruz (Patricia Ortega, 2023) y Sembrando sueños (Alfonso Sánchez, 2023) y los cortos Torcidos (Charlie García, 2023) y 7 formas de decir adiós (Jorge Naranjo, 2023).
Su último trabajo ha sido un encargo de Netflix para el drama de Jimmy Chin y Elizabeth Chai Vasarhelyi Nyad, protagonizado por Jodie Foster y Annete Bening.