Una niña encerrada en el cuerpo de un niño. Ciudadanos perseguidos por el gobierno a causa de su orientación sexual. Los jóvenes perdidos en la fiesta sin fin de If It Were Love. Las víctimas inocentes de una guerra no reconocida por la administración. Un cineasta a la búsqueda de una película. Un colectivo de mujeres arrinconadas por el sistema. Los habitantes de una ciudad-laberinto ajena a cualquier categorización... Los protagonistas de los siete títulos que conforman el apartado de Nuevas Olas dedicado a la no ficción bien podrían ser los rostros que completaran un panel sobre la pertenencia, sobre la posición que ocupan en el tablero del presente las figuras no contempladas por el reglamento, como fichas de backgammon colándose en una partida de ajedrez.
Las evidentes diferencias estéticas y temáticas de las propuestas que constituyen tan ecléctico compendio no dificultan, sin embargo, la detección de un factor común que daría para bosquejar una tesina sobre el desplazamiento entendido como exclusión pero también como viaje. En Dear Werner, Pablo Maqueda sigue los pasos de Werner Herzog no solo para rendir un sentido homenaje al autor de La cueva de los sueños olvidados (2010) sino para tratar de establecer qué espacio le corresponde ocupar dentro de un cosmos cinematográfico cada vez más inaccesible (¿no es acaso este un film que nos habla sobre la precariedad del oficio y, por lo tanto, de otra forma de exclusión?). Esa dialéctica entre la periferia (el realizador cuasi debutante) y el centro (el cineasta consagrado) deviene constante. Como viaje al centro de la dignidad se puede bautizar la hégira emprendida por los protagonistas de Downstream to Kinshasa (Dieudo Hamadi), daños colaterales de un conflicto transfronterizo que remontan el río Congo con un único objetivo: que la administración reconozca una guerra que costó miles de vidas y los indemnice. Si en el comprometido film de un Hamadi que no duda en sumarse a la expedición de sus compatriotas la marginalidad adopta la forma del desdén gubernamental, en Bienvenidos a Chechenia (David France) la autoridad política asume el papel de verdugo. Envalentonado por el laissez faire que practica Vladimir Putin, el presidente de la república chechena, Ramzán Kadýrov, lleva años depurando a los homosexuales que viven en la región, hombres y mujeres que, con la ayuda del asociacionismo LGTBIQ+ y de la fortuna, escapan de una tierra que no quieren abandonar. Mientras el documental de David France relata las angustias del exilio impuesto por un entorno ultraconservador acaudillado por un régimen genocida, en Little Girl (Sébastien Lifshitz) asistimos a la negación de asilo por parte de una sociedad pacata. Hablamos aquí de una petición de asilo genérico, esto es, a la validación que le permita a Sasha, una niña de siete años a la que el destino depositó en el molde equivocado, ser reconocida como lo que es. Su travesía está llagada por el dolor que causa saberse la petite fille que las instituciones se niegan a aceptar.
Pocos términos como ‘nación’ para indicar un sentimiento de pertenencia; de ahí que Margarita Ledo lo emplee para titular una película con aires de manifiesto que, a través de la voz de la experiencia y el análisis comparativo (histórico y audiovisual), establece un diálogo intergeneracional que busca el fortalecimiento de la independencia de las mujeres; independencia que vale como sinónimo de autogobierno, condición sine qua non para que un colectivo que comparte determinados rasgos sea nación. Si Ledo utiliza el lenguaje político para armar su documental, Gonzalo García Pelayo y Pedro G. Romero recurren al ensayo, la etnografía y la poesía para hacer de una ciudad un universo. Ya desde su título, Nueve Sevillas aboga por una pluralidad que va de lo formal a lo temático, una suerte de cosmogonía multicultural y aperturista, proletaria y libre que muestra tantas maneras de vivir en Sevilla que parece imposible no encontrar algún lugar que sentir como propio: la heterodoxia como fórmula de integración.
LAS PELÍCULAS DE NUEVAS OLAS. NO-FICCIÓN
IF IT WERE LOVE
Patric Chiha
Francia, 2020. 82 min.
Los ensayos previos a la representación de la obra teatral Crowd de Gisèle Vienne constituyen el esqueleto dramático de esta endoscopia fílmica sobre el mundo de las artes escénicas. El realizador austríaco Patric Chiha hace que la cámara se funda con los ritmos de la propia pieza ensayada (que reproduce el encuentro entre quince hombres y mujeres en una rave) y penetra, a través de distintas entrevistas rodadas entre bastidores, en la intimidad de los procesos creativos que directora y actores han de afrontar. La combinación de imágenes procedentes de los ensayos con las de sus declaraciones hacen que la biografía de los intérpretes se confunda, por momentos, con el papel que encarnan hasta borrar la línea que separa realidad y ficción.
LITTLE GIRL
Sébastien Lifshitz
Francia, Dinamarca, 2020. 90min.
Sasha, de apenas siete años, es una niña, aunque su cuerpo diga la contrario. Ni su madre, ni su padre ni sus tres hermanos albergan ninguna duda al respecto, pues desde que pudo expresarse siempre se refirió a sí misma en femenino y dejó meridianamente claro no ya su sentir sino su ser. El conflicto no se establece aquí dentro de la familia, sino entre esta y unas instituciones con graves dificultades para reconocer aquello que desborda los esquemas prefijados que establecen una normalidad determinada. Lifshitz compone un documental observacional que muestra los diferentes estadios de la batalla por la aceptación pública y administrativa de la incuestionable realidad de Sasha.
NACIÓN
Margarita Ledo
España, 2020. 96 min.
Partiendo de un descalabro empresarial que le costó el empleo a cientos de trabajadoras –la quiebra del Grupo de Empresas Álvarez y el cierre de Pontesa, una de sus filiales, cuyo proceso judicial se prolongó durante dos décadas– la cineasta Margarita Ledo le añade una nueva acepción al concepto de nación asociándolo a lo femenino. Mirándose en directores como Joaquím Jordà (Numax Presenta, 1980), Víctor Erice (Vidrios rotos, 2012) e incluso Chantal Akerman, Ledo moldea los testimonios de esas mujeres que, pese al ninguneo y las derrotas reiteradas, siguen en pie y los envuelve con imágenes de archivo y dramatizaciones para manufacturar una pieza de alto contenido político en la que pasado y presente quedan irremediablemente unidos.
NUEVE SEVILLAS
Gonzalo García Pelayo, Pedro G. Romero
España, Francia, 2020. 157 min.
La última película de Gonzalo García Pelayo, firmada esta vez al alimón con el inagotable investigador Pedro G. Romero, podría verse como una actualización filmográfica de la seminal Vivir en Sevilla (1978). En tanto extended edition de aquella, Nueve Sevillas (2020) es un largometraje imbuido de un espíritu flâneur en el que figuras de la música como Javiera de la Fuente, Bobote, Rudolph Rostas, el poeta David Pielfort, la abogada Pastora Filigrana, la torera Vanesa Montoya, la actriz Rocío Montero y el propio García Pelayo ejercen como heterodoxos guías de viaje por una Sevilla infinita. Una película-callejero por la que serpentean libremente el tratado musicológico, el ensayo humanista, el ejercicio metalingüístico, el alegato político y el verso libre.
por: Enric Albero
Caimán Cuadernos de Cine. Noviembre 2020