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Teona Strugar, una mujer contra la tradición

La macedonia Teona Strugar Mitevska estrena en España ‘Dios existe, su nombre es Petrunya’, una historia que parte de un hecho real ocurrido en 2014, y que comienza en un pueblo de Los Balcanes donde un sacerdote ortodoxo arroja una cruz al río. El hombre que la recoja gozará de buena suerte todo el año. Solo que esta vez quien la encuentra primero es una mujer, Petrunya.

La insólita premisa, aunque basada en hechos reales, sirve a la autora para tejer un relato sobre la rebeldía y la capacidad de resistencia contra la tradición. “Cuando descubrí cómo habían tratado los medios la noticia me resultó muy decepcionante porque solo se había quedado en la anécdota, cuando realmente su significado era enorme”, ha relatado la cineasta durante su encuentro con la prensa en el 16 Festival de Sevilla.

Strugar sintió entonces la necesidad de contar aquello que había quedado en el olvido. “En Los Balcanes existe una cultura muy machista y tradicional”, ha explicado. En la película y en la realidad, “la cruz es la tradición, la historia, una rémora muy pesada”, algo que “no debe de desaparecer para entender de dónde venimos, pero que es necesario superar para poder crear un mundo más justo”.

La directora balcánica, que ha recordado que esta es la primera película de Macedonia estrenada en España en 27 años, ha sufrido también la losa de su sociedad, sobre todo en los comienzos: “Desde hace cinco años las cosas han empezado a cambiar, pero cuando yo empecé, hace 17 años, era como un extraterrestre en los rodajes, gastaba más energía en demostrar mi parte masculina para ser aceptada que en hacer mi propio trabajo”. Aunque tuve que luchar mucho por mi derecho a dirigir y el hecho de autodenominarme directora”.

Trasladada a la pantalla, esa lucha la protagoniza Petrunya, interpretada por Zorica Nusheva, actriz educada sobre todo en el teatro que se ha estrenado en el mundo del cine con este filme: “Fue mi intuición la que me dijo ‘es ella’. Conectó con el personaje de Petrunya y yo quería mostrar diferentes tipos de belleza que existen”, ha indicado la autora. La película supuso además un trabajo de más de ocho meses solo de ensayos con Nusheva para conseguir que Petrunya transmitiera la mayor honestidad de su historia. “Gracias a la educación, Petrunya es la ganadora porque consigue librarse de esa cárcel que la sociedad ha creado y donde los otros personajes se quedan encerrados”, ha declaro la cineasta.

Para Strugar Mitevska el mensaje más importante de la película es el que concierne los valores de libertad. “Es algo muy importante para definirte a ti misma. En cierto modo es una de las claves de esta historia”.

Strugar Mitevska compitió con este largometraje por el Oso de Oro en la Berlinale, donde ganó los Premios Guild y del Jurado Ecuménico, y ha destacado además como productora de largometrajes tan aclamados como ‘El peral salvaje’, de Nuri Bilge Ceylan, y ‘Sierranevada’, de Cristi Puiu.