En Silencio
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EN SILENCIO. LA RESILIENCIA SE ENTRENA

Hay películas que nacen del ruido y otras, como ‘En Silencio’, que se gestan en el murmullo de lo callado. Expectación máxima en la rueda de prensa de lo que empezó como un encargo del Real Betis Balompié para documentar la recuperación de Isco Alarcón tras una lesión, y que terminó convirtiéndose, bajo la mirada de Sara Sálamo, en una obra de introspección y vulnerabilidad que compite en la Sección Panorama Andaluz del Festival. 

Ella aceptó dirigirlo sólo con una condición. Hacerlo con el compromiso de la verdad, sin convertirlo en un escaparate ni en un retrato de pareja. “La idea surge del club, querían documentar el proceso en piezas cortas. Me dio vértigo en un principio, pero me pareció interesante el reto de contarlo desde otro punto de vista más cinematográfico”. 

Sálamo convierte el mutismo de la exploración del proceso de recuperación de una lesión en un lenguaje propio. El cuerpo habla en cada gesto, el tiempo se curva alrededor de cada movimiento, y la cámara lo captura todo. Como un testigo silencioso de la resistencia. No celebra la victoria, sino la reconstrucción. 

“Durante el proceso hablé con directoras y directores, compañeros de profesión, y se me quedó muy grabada la frase que me dijo Daniel Sánchez-Arévalo: dirigir es el arte de renunciar. Hay mucho material grabado que tuvimos que descartar. Quería aunar los dos mundos. En mi casa se ve el Betis-Villareal, pero también ciclos de cine coreano”. 

En lugar del rugido del estadio, escuchamos el latido del miedo. Porque este documental no habla del regreso al campo, sino de la vulnerabilidad masculina: del hombre que se permite caer, que duda, que se quiebra. 

Isco tenía claro que quería que la historia la contara ella. “Vivimos juntos, tiene acceso a muchas cosas a las que los demás no, tiene mi confianza, y tengo la confianza, tal y como se ve en pantalla, para decirle sí o no”. 

Sálamo apenas aparece. Se insinúa en un reflejo, en la sombra sobre un cristal, en el murmullo detrás de la cámara. Su presencia es la del testigo que sostiene la historia sin irrumpir en ella. 

“Me empapé de muchos documentales sobre deportistas, y en todos ellos el patrón iba en la misma línea. Los consideraba más reportajes y yo me propuse hacer una película. Estamos acostumbrados a ver a los deportistas en el momento en el que se lesionan y cuando regresan después de la lesión, pero entre medias hay un proceso muy fastidioso”. 

 

En Silencio

 

El título no es un mero adorno. ‘En Silencio’ lo dice todo. Habla del contraste entre el ruido mediático que persigue al futbolista y el silencio interior donde realmente se construye la fuerza. Ese silencio es resistencia, un refugio frente a la exposición constante. En su interior, Isco aprende a escuchar su cuerpo, a reconciliarse con la lentitud, a convertir la espera en camino. El silencio no es pausa, es preparación. Y un título que evoca a la directora. “Lo que veo cuando le miro trabajar. Abogo por un protagonista noble. No es necesario uno con mil y una aristas. La película que he hecho era la película que quería contar. Retratar también qué ha pasado para que los hombres no tengan la libertad de sufrir a gusto. Y sí, es una gran carta de amor. Me impactó su forma de caer y levantarse. Puede que haya creado un nuevo género, el documental deportivo-romántico”. 

El mensaje del futbolista es que “aunque te esfuerces, no siempre sale todo como planeas. Hay que resistir e insistir”. 

Sara bromeó sobre el futuro interpretativo del capitán del Betis. “muchas veces se dice que a los actores nos pagan para esperar, no sé cómo llevaría eso él. Nos están pidiendo una segunda parte, y yo ya estoy por encender la cámara. Una trilogía, yo lo veo”. E Isco, sobre la proyección de esta noche: "Hoy vendrán mis compañeros de equipo. Cuidado con las opiniones que vayan a vertir, que soy el capitán..."

El silencio no está vacío. Está lleno de respuestas. Enjoy the silence. 

 

Texto de © Beatriz Rodríguez Ruiz