Esta película alemana de la sección Nuevas Olas No Ficción viene firmada por Oliver Hirschbiegel y es una de las miradas más inmersivas al proceso de creación artística que la memoria nos permita recordar. Tan fascinante y juguetón como, por momentos, extravagante, incluso irritante, el nuevo largometraje del director de El hundimiento evita cualquier norma que se haya convenido para separar ficción y documental.
Os damos cuatro motivos para correr al cine a disfrutar de The Painter:
1. Por lo que sugiere
The Painter nos permite pegar el ojo en la cerradura de la puerta del taller de Albert Oehlen, uno de los más importantes pintores contemporáneos, para ser testigos del proceso de creación de una de sus obras. El actor alemán Ben Becker interpreta a este artista excesivo, al que vemos afrontar el terror del lienzo en blanco, enfurecerse, hacer extraños pasos de baile, pavonearse, reírse con Cézanne, canturrear, usar el amarillo y un calcetín como guante, y llorar desesperadamente ante la huida repentina de la inspiración. Para terminar sentado en las escaleras, recitando una alineación de genios: “Niki de Saint Phalle, Cézanne, Van Gogh, Rembrandt, Johan Sebastian Bach, Michael Jackson, Falco, Motörhead, Albert Oehlen. Yo”.
2. Por lo que esconde
Del proceso de creación de un cuadro, al proceso de creación de una película, concretamente esta. Porque un making of sobre el rodaje de The Painter sería una gozada. En el travieso juego cinematográfico que propone Oliver Hirschbiegel, un actor interpreta a un artista que crea. En la pantalla, vemos una aparente ficción rodada como un documental, y a Ben Becker con los pinceles y las manchas de pintura. A escasos metros, quizás en un rincón, escondido a nuestra vista detrás de dos cámaras, el verdadero Albert Oehlen creaba la obra que, en paralelo, Becker iba reproduciendo en una interpretación improvisada. La pintura terminada en pantalla es un "Oehlen" original al que el propio artista nunca se acercó. La pintura que él hizo, en el plano que no vemos, fue destruida después de la claqueta final.
Si originalmente se planeó para ser una declaración performativa, el equipo formado por Oliver Hirschbiegel, Ben Becker y Albert Oehlen ( los tres figuran como autores en los créditos del film) acabó desarrollando un insólito estudio sobre qué es la autenticidad en el mundo del arte, cruzando fronteras formales y añadiendo una divertida deconstrucción del arquetipo de artista varón y atormentado.
3. Por el actor y por el artista
El trabajo de Ben Becker es mayúsculo, una de esas interpretaciones que rompen expectativas y demuestran un talento infinito. Viejo amigo de Hirschbiegel, reconocido actor en los escenarios y la televisión alemanes, ha tenido también algunas apariciones cinematográficas destacables, como La sombra del pasado (Florian Henckel von Donnersmarck, 2018), que se presentó en Sevilla. La apabullante construcción del personaje que hace en The Painter es toda una lección de riesgo, todo un salto al vacío, que resulta fascinante.
¿Y su personaje? Los amantes a la pintura contemporánea y a lo abstracto conocerán a Albert Oehlen (Krefeld, 1954), estrechamente vinculado con la escena artística de Colonia y el movimiento Neue Wilde. Su arte se puede definir como neoexpresionista, se le describe como un radical. Un alma libre que sobre la interpretación de su obra dice: “Que cada uno piense lo que quiera. Me aburre hablar de significados. No busco entendimientos ni complicidades con el público. Cada cual es libre de sus sensaciones”.
4. Por su director
Cuando Oliver Hirschbiegel tuvo la oportunidad dirigir la primera película alemana sobre la figura de Adolf Hitler, su nombre ya resultaba familiar gracias al éxito de El experimento (2001), que ya le había dado premios en festivales como el Fantasporto o Montreal. Pero El hundimiento (2004) le puso en primera fila del cine europeo. La película fue un pelotazo (¿quién no ha visto una docena de memes con el Hitler de Bruno Ganz golpeando una mesa ocupada con planos de países que ocupar?), llenó páginas de periódicos, levantó polémicas en Alemania y fue nominada al Oscar. La carrera de Hirschbiegel incluye ciencia-ficción hollywoodiense (Invasión, con Nicole Kidman y Daniel Craig), una mirada al conflicto de Irlanda (Cinco minutos de gloria, con Liam Neeson), un biopic de Lady Di (Diana, con Naomi Watts) y un regreso a la temática nazi (13 minutos para matar a Hitler). Tras un periodo rodando episodios de series como Billions o Criminal: Alemania, ha vuelto al cine con una propuesta libre y radical como The Painter.
