La sección Clásicos restaurados enriquece la oferta cinéfila del SEFF, rescatando del olvido joyas fílmicas de las primeras décadas del siglo pasado.
La labor de las filmotecas permite la conservación, preservación, restauración y difusión del acervo fílmico. En el SEFF se pone en valor su encomiable labor con un ciclo, Clásicos restaurados, que este año cuenta, entre otros títulos, con adaptación de la zarzuela Gigantes y cabezudos por parte de Florián Rey, en 1925. Su adaptación de la zarzuela homónima supuso el reencuentro del realizador con su tierra natal, las tradiciones y el folclore de su pueblo.
La selección también incluirá un compendio de restauraciones de la Filmoteca de Zaragoza a cargo de su directora de Archivo, Ana Marquesán, reconocida este año con el Premio Nacional de Patrimonio Cinematográfico y Audiovisual. Consta de Documentales o fragmentos de películas restauradas a partir de materiales de la Filmoteca de Zaragoza en colaboración con otras filmotecas, como la Española, las de Catalunya y València y la Cineteca de Bolonia.
Completa la sección el documental La industria aceitunera, un nitrato original de Filmoteca de Catalunya, recuperado por la Filmoteca de Andalucía, sobre la capital hispalense y la empresa olivarera Hijo de Ibarra.
Este documental dirigido por Pedro Pellicera en 1928, al amparo de la celebración de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, recorre vistas de enclaves emblemáticos de la ciudad, como la catedral, los jardines de Murillo, la puerta de Marchena, el monumento a Colón y el parque de María Luisa, para centrarse después en la recolección del fruto del olivo, su transporte y diferentes procesamientos, como el lavado, la cocción, el deshuesado y almacenamiento en la fábrica de Dos Hermanas.