Finalizada la Guerra Civil, el régimen franquista realizó el Plan de Fortificación de la Frontera Sur con la idea de atacar la base británica de Gibraltar y controlar el tráfico marítimo. La decisión se tomó en el marco de la alianza con Hitler y Mussolini durante la II Guerra Mundial, e implicó el trabajo, en condiciones de esclavitud, de 30.000 jóvenes prisioneros republicanos que instalaron baterías de largo alcance, construyeron búnkeres, carreteras, caminos y nidos de ametralladoras. Este documental recoge la voz de los supervivientes de aquellos Batallones Disciplinarios de Trabajadores, testimonios de los vecinos y análisis de historiadores, y los complementa con documentación, películas y fotos de aquellas obras, hoy llamadas la Muralla del Estrecho. Todo con el anhelo, tanto por justicia histórica como democrática, de que la denominación cambie a la Muralla de los Prisioneros.