Este drama de época enigmático y tenso, suerte de Cumbres borrascosas en la Croacia rural de principios del siglo XX, va adoptando los aires de un neowéstern crepuscular. Una mujer chilena, creyente y desafiante, llega a una remota comunidad de pastores en el interior de la Dalmacia adriática, de donde era originario su marido, para enterrar allí sus restos. Manuela Martelli y Ana Marija Veselčić recibieron el premio a la mejor interpretación en Locarno por esta ficción, que plasma el abismo entre la promesa/amenaza de empatía encarnada por la extranjera y la violencia estructural de un sistema basado en la posesión. Tras la multipremiada Quit Staring at My Plate, Hana Jušić cuece un fascinante relato sobre mujeres que no pueden expresar lo que sienten y que descubren la libertad en ayudarse mutuamente, porque —alerta espóiler— dios no lo hará. Las llamaban brujas.