FIN DE FIESTA

Carmina es una mujer adinerada y divorciada que vive cómoda en una casa del sur de España. Un día, mientras duerme plácidamente —como duermen los ricos— en su sofá, irrumpe en su casa un joven inmigrante ilegal senegalés, perturbándole el sueño. Aparentemente, a estas dos personas solo les une el francés —lengua colonizadora para uno e idioma medio aprendido en colegio pijo para la otra—, pero Carmina decide ocultar al joven de la policía. La generosidad de Carmina se va tiñendo de intenciones más oscuras, mientras que entre el recién llegado y la empleada del hogar de la casa aflora la solidaridad de las clases humildes. Elena Manrique, una de las productoras más relevantes de nuestro país (Celda 211, El laberinto del fauno), se estrena en la dirección con una conmovedora historia en la que el humor y la vulnerabilidad son el vehículo para hablar de privilegio y racismo.