cafe con 7 nov
noticia

A VUELTAS CON LA GUERRA Y LA REVOLUCIÓN EN EL SEGUNDO ‘CAFÉ CON…’

El encuentro ha contado con Rachel Lang, Massimo D’Anolfi, Nino Martínez Sosa, Nicolas Peduzzi, Araceli Lemos y David Pantaleón

 

Sevilla, 7 de noviembre de 2021.- La segunda jornada de “Café con…” ha reunido este domingo en el hotel Sevilla Center a seis directores europeos. Por un lado, Rachel Lang (Our Men), Massimo D’Anolfi (Guerra e pace) y Nino Martínez Sosa (Liborio) han conducido la charla con la guerra como nexo de unión, mientras que Nicolas Peduzzi (Ghost Song), Araceli Lemos (Holy Emy) y David Pantaleón (Rendir los machos) han conversado sobre el carácter revolucionario de sus largometrajes.

 

Las mil caras de la guerra

El director dominicano Martínez Sosa ha sido el primero en tomar la palabra. Su película Liborio se centra en la historia de Olivorio Mateo Ledesma, conocido como Papá Liborio. Cuenta la leyenda que tras permanecer siete días desaparecido, reapareció para convertirse en curandero, profeta y guerrillero, generando una legión de seguidores. “No se sabe mucho acerca de este personaje. No pretendíamos hacer una película histórica pero estaba basada en una verdad. Es difícil abordar a esta figura porque cada uno tiene su propia visión en la cabeza”, explicó el cineasta en la charla.

La guerra es un tema complejo e inmortalizado en el cine de diferentes maneras. La cineasta francesa Rachel Lang ha profundizado en su película Our Man sobre el “aspecto femenino”. La directora, que se licenció como teniente del ejército francés y actualmente es reservista, ha realizado una investigación documental entrevistando a familias de la legión extranjera francesa que viven en la isla de Córcega: “En el ejército francés conozco a muchos militares, pero no sabía lo que era para una mujer extranjera vivir en una pequeña isla con sus hijos esperando a sus maridos. A partir de la historia de dos parejas de militares empecé a escribir esta ficción”, explica la cineasta.

El realizador italiano Massimo D’Anolfi indaga en su película Guerra e pace “sobre la importancia de las imágenes en la sociedad”. Para ello, junto a su compañera Martina Parenti, ha realizado un viaje entre diferentes archivos de guerra del siglo XX, empezando por la mirada colonialista de la invasión de Italia a Libia en 1911. El cineasta ha explicado que después de aquellas imágenes en blanco y negro, el progreso tecnológico ha propiciado una sobrecarga de documentos filmados en smartphones o cámaras de seguridad, lo que genera cierta confusión a la hora de explicar estas historias.

 

Una mirada revolucionaria

En el segundo bloque, el director francés Nicolas Peduzzi ha hablado sobre Ghost Song, la película que presenta en la 18ª edición del Festival de Sevilla. El filme es una mezcla entre psicodelia y costumbrismo con Houston como escenario, una ciudad conservadora de Estados Unidos que sin embargo está llena de sensaciones rítmicas gracias al rap afroamericano. “Es una urbe muy segregada. Las dos partes tienen el mismo rechazo y las mismas experiencias, pero también el mismo talento a la hora de expresarse en diferentes ámbitos musicales”, asegura el director. 

Sobre la segregación y la necesidad de encajar en un lugar habla también la directora griega Araceli Lemos en su película Holy Emy. El eje central de este largometraje es la comunidad filipina que vive en Atenas. “Ves a muchos grupos de mujeres cada día trabajando como personal doméstico. Cuando descubrí la historia del secreto de estas dos mujeres y profundicé en esta comunidad muy pequeña vi que a esta gente no se les da un seguimiento”, afirma la cineasta, que asegura que hace este trabajo catalizador para eliminar algunos prejuicios: “Descubrí una comunidad muy acogedora, todas las iglesias querían nuevos miembros y mucha gente mostraba interés que no lo esperaba. Me encantó descubrir esta segunda generación de filipinas que querían ser parte de Grecia”.

Para cerrar la mesa redonda, el cineasta canario David Pantaleón, cuya película Rendir los machos ha inaugurado este año la sección Las Nuevas Olas ha recordado un momento de su largometraje en el que hace un paralelismo entre el backstage de un festival de cine con el de una feria de ganado. “Los ganaderos también tienen su espacio privado, hasta el punto de que Juan “El Chapa” canta una ranchera vestido de mexicano a sus fans y a ganaderos”. La suya es una historia que se alimenta de la magia del campo y las tradiciones, una especie de ironía soterrada que el espectador no acaba de entender hasta el final de la película.