Virginia García del Pino escribe y dirige un documental donde debate con especialistas y particulares sobre el amor romántico, La estafa del amor.
Albert Cavallé suma ocho delitos por estafa. Su dinámica ha consistido en entablar relaciones sentimentales, hacer creer a sus víctimas que es una persona acaudalada y luego pedirle prestado dinero que no les devolvía. La prensa lo ha apodado el estafador del amor y ha servido de inspiración a Virginia García del Pino para un documental experimental sobre el amor romántico.
En La estafa del amor, la directora, montadora y artista audiovisual parte de este caso real para debatir con especialistas y particulares sobre el afecto. La película actualiza y reformula la Encuesta sobre el amor de Pasolini para abordar las relaciones en la era de las aplicaciones de citas.
“No soy experta en amor, por eso invité a expertos que han estudiado al respecto y han publicado tesis. El antropólogo Jordi Roca afirma que el amor romántico es una invención de hace 150 años. Antes eran las familias las que elegían a las parejas para no desescalar, pero cuando puedes elegir de quién te enamoras, cuando surge esta idea de libertad, empieza el lío, porque no elegimos bien”, ha valorado la directora y guionista en rueda de prensa.
Para dar cuerpo al documental, García del Pino invitó a un grupo de gente a la lectura del guion de una película. El encuentro tuvo lugar en un cine durante cuatro días, con música en directo. A medida que la lectura fue avanzando, los y las asistentes empezaron a escarbar en sus propias historias. Todo se grabó en riguroso directo. El público estaba microfonado y podía hablar.
“En la sala se generó un efecto espejo, todo el mundo quería participar. El amor nos apela a todos y a todas”, ha considerado la creadora.
El resultado es una reflexión compartida sobre el ideal del amor romántico y sobre la extraordinaria y no necesariamente positiva influencia que ejerce sobre hombres y mujeres. Virginia García del Pino afirma que ha hecho esta película “más para los machistas que para los feministas, porque alguien tiene que empezar a cambiar esto”.
El amor y el deseo son fundamentales en la vida de las personas, pero el documental plasma que cuando hay un modelo que no funciona, “hay que ir modelando estos deseos y ser conscientes de que las relaciones no van a ser para toda la vida”, completa la artista audiovisual.
A la artífice de La estafa del amor le parecía importante, no obstante, hacer una película que fuera esperanzadora: “Las mujeres estafadas han sido tildadas de tontas e ingenuas, cuando el ser humano confía en primera instancia. Esta consideración tiene mucho que ver con la situación contemporánea, donde lo normal es desconfiar de los medios, de las imágenes, del otro... La revolución igual pasa por generar momentos de confianza”, anima la licenciada en Bellas Artes, que ha trabajado en formatos como el largometraje, la performance, el cortometraje y la videocreación.
