SERGEI LOZNITSA
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SERGEI LOZNITSA: APRENDER DEL PASADO, MEJORAR EL FUTURO

Entre el arte y la ciencia, entre la ficción y la realidad, entre Ucrania y la vieja URSS, la trayectoria vital y profesional del director ucraniano Sergei Loznitsa (Baranovichi, 1964) escapa a lo convencional. Formado en Matemática aplicada, trabajó como científico en el Instituto de Cibernética de Kiev. Gran parte de su cine ha recorrido los traumas de los habitantes de la URSS, y sus cambios políticos. El documental, y sus múltiples formas, ha sido su herramienta habitual desde 1996. A partir de 2010, con 'My Joy', ha alternado realidad y ficción. 

 

Viejo conocido del Festival de Sevilla, en 2018 se llevó el Giraldillo de Oro con ‘Donbass’, el mismo año que presentó otras dos películas, 'Victory Day' y 'The Trial', algo probablemente único en la historia de un certamen de cine. Y en 2019 trajo al certamen ‘State Funeral’, otra indagación en la Memoria Histórica. Decenas de premios internacionales (entre ellos, el FIPRESCI en Cannes 2012 con 'En la niebla', o el de dirección en Un Certain Régard en Cannes 2018 por ‘Donbass’) avalan una obra prolífica. 

 

Este año regresa a Sevilla para presentar ‘Babi Yar. Context’ en Las Nuevas Olas No Ficción, sección que ya ganó en 2015 con 'The Event'. En su nueva película, Loznitsa mantiene la coherencia creativa que le lleva, a menudo, a mirar al pasado, dudar de las versiones oficiales, y prevenir que los desastres se repitan en el futuro. ‘Babi Yar. Context’ recoge una de las peores masacres de la barbarie nazi, sucedida además muy cerca de dónde él nació: más de 30.000 judíos asesinados en dos días, en plena invasión germana a Ucrania. Loznitsa trabaja con imágenes de archivos alemanes, rusos y ucranianos, muchas de ellas recuperadas de colecciones privadas, y con un exquisito trabajo de restauración. Presentada en el Festival de Cannes, ‘Babi Yar. Context’ se llevó una Mención Especial del premio Golden Eye. 

 

Babi Yar. Context

Fotograma de Babi Yar. Context, de Sergei Loznitsa

 

Resumimos la manera de ver la profesión de Sergei Loznitsa a partir de varias reflexiones del cineasta recogidas en varias entrevistas.

1) Documental y ficción

"Cada vez que hago una película de ficción quiero acercarme lo más posible al límite, a la frontera, entre ficción y documental. En cambio, cuando ruedo documentales hago el camino opuesto, me acerco a la ficción. Creo que las unas influyen en los otros, y viceversa. Tengo la intención de continuar en ambos géneros".

 

2) Realidad manipulada

"Es complicado pensar hasta qué punto lo que se muestra en un documental es, efectivamente, documental. Por un lado, cada plano por separado refleja lo que contiene, lo que existe. Pero cuando empezamos a montar, empezamos a cambiar el sentido de ese plano. No es igual situarlo al principio o al final. En cada uno de esos lugares, un mismo plano tiene un sentido diferente. Podemos unir, a su vez, dos planos distintos: de su unión obtenemos un tercer sentido. Cuando construimos una película, de una u otra forma obtenemos una ilusión que no refleja la misma realidad de cada plano por separado. No importa si uno lo filma como cinema verité. Lo que obtenemos al final no es un documental, es solamente nuestra imaginación sobre aquella imagen que vimos en algún momento. Todas las cuestiones éticas pasan a otro plano. La ética es una cuestión de relación entre personas y lo que tenemos en el cine es una relación entre sombras".

 

3) Aprender del pasado

"Considero que es mi deber mirar hacia atrás, y, por lo tanto, hacia el futuro. La historia rusa es un copiar y pegar. Sigue repitiéndose infinitamente. El infierno no aparece cuando suceden cosas horribles, sino cuando esas cosas suceden una y otra vez. Es muy difícil cambiar la mentalidad de toda una nación. Y muy fácil manipular a personas que no recuerdan su propia historia. La gran pregunta es cómo educar a las personas que no quieren ser educadas".

 

4) Rusia ayer

"Crecí en un país en el que la historia era algo desconocido. Reescribieron los hechos, crearon una mitología soviética y aún no sabemos cuál fue la historia. Después de la Revolución, en los años posteriores a 1917, hubo tal derramamiento de sangre que todavía sentimos los efectos hoy. Mataron a la familia real, a la aristocracia y a la élite militar. Mataron, exterminaron y mandaron al exilio a toda la clase intelectual, escritores, maestros, filósofos. Exterminaron al clero. Hubo hambruna, después la reestructuración del sector agrícola y su colectivización. Otro cambio por la fuerza. La Segunda Guerra Mundial también trajo consigo la gran destrucción de las aldeas rurales de las que el campo nunca se recuperó. Tras la guerra, hubo otra hambruna que mató a unos 10 millones de personas. Si echamos un vistazo a la historia de Rusia, es trágico".

 

5) Rusia hoy

"He vivido en un país con un pasado impredecible y, aún ahora, Rusia es bastante impredecible. Es imposible no recordar lo que sucedió en la era soviética. Pero ahora están intentando recrear una ilusión soviética. En la Rusia contemporánea, Stalin se está convirtiendo una vez más en un gran héroe nacional. Es paradójico que el mayor asesino del siglo XX, el tirano que mató y torturó a millones de sus compatriotas y llevó a la miseria a millones de ciudadanos pueda ser considerado un líder popular. Es como si actualmente Hitler fuera venerado como un héroe en Alemania, una aberración. Eso significa que alguien no hizo su trabajo bien: historiadores, cineastas, escritores y políticos. Hay tantos crímenes del pasado sin juicio... Aún necesitamos nuestros propios juicios de Nuremberg. La KGB y los servicios secretos torturaron y mataron a millones de personas, pero estas instituciones nunca han sido juzgadas tampoco. Y ahora está claro que Putin es un producto del estalinismo, aunque las maneras hayan cambiado".

 

6) La cultura en Rusia

"El problema es muy grave. La cultura puede extinguirse, morir. Para que cualquier estrategia funcione se necesita tiempo, y no lo tenemos, debido a la velocidad de desintegración, que es cada vez más rápida. Tengo la impresión de que aquellos que tienen la capacidad de pensar ya no están. La audiencia de la década de 1980 solía ser crítica. Hoy en día no es posible. La mentalidad se ha transformado. A los profesionales de nivel superior les han lavado el cerebro. Están dormidos. Y lo único que puede salvar a la sociedad es la educación. Es necesaria, porque puede dar a la gente comprensión de lo que está pasando, sin ella... es como conducir un coche con los ojos cerrados. Me temo que las personas se infantilizarán lentamente, y no estarán listas para asumir responsabilidades. Y si mantenemos las mismas elecciones "democráticas", es fácil para un idiota convertirse en presidente".

 

7) Política e ideología

"Es imposible hacer películas apolíticas, pero los cineastas no son peligrosos en función de su ideología. Sí son peligrosas las personas que no piensan. Sí hay gente que produce propaganda, por supuesto. Y para esa propaganda nadie admite ser responsable: ni quién la paga, ni quién la hace, ni quién la consume. Pero todos lo son: unos por hacerla, los otros por aceptarla y abrir la posibilidad a ser engañados".

 

8) El espectador

"No diría que el objetivo de mis películas sea provocar nada en el espectador, no es el término que usaría, ya que tiene connotaciones negativas. Más bien quiero que mis películas insten a los espectadores a avanzar hacia el autoconocimiento, la autoconciencia y la conciencia de ciertas cosas importantes que nunca antes habían considerado. Esto es de la mayor importancia para mí".

 

9) Influencias

"No siempre sabemos qué nos influye. Existe cierta inercia en la percepción del mundo y muchas veces no comprendemos el significado de un acontecimiento hasta pasado mucho tiempo. Así que no siempre podemos valorar qué nos influye, pero obviamente hay directores y películas que dejaron huella en mi formación: Buñuel, Bresson, Hitchcock, Wiene, Murnau, Dreyer... Hay películas que uno debe ver en su vida, el resto son proyecciones, reflejos".

 

* Declaraciones recogidas de entrevistas en Film Comment, The Guardian, Photogénie, 24fpsverite, Huffpost, El Ángel Exterminador, El País, El Periódico, Clarín.