'La estrella azul' acompaña al cantante del grupo Más Birras en su fascinación por el entorno musical de Santiago del Estero, en Argentina.

La música late en el SEFF a ritmo de rock, breakbeat, electroclash, flamenco y chacarera

El SEFF también es un espacio para melómanos. El Festival ha programado biografías, documentales sobre corrientes musicales y ficciones donde el hilo conductor es la evasión hedonista en los clubes.

La música siempre ha desempeñado un papel crucial en el cine para crear atmósferas y fortalecer narrativas, pero en los últimos años han ganado popularidad los documentales musicales para explorar tanto la vida como la carrera de artistas icónicos y la naturaleza y los protagonistas de movimientos y tendencias específicos.

En esta edición del SEFF se han programado películas que proporcionan una visión más profunda de las carreras de músicos emblemáticos que pueden resultar interesantes tanto a seguidores como a espectadores y espectadoras menos familiarizados con sus trabajos.

Tal es el caso en la Sección Oficial de La estrella azul, donde el director debutante Javier Macipe realiza un personalísimo biopic sobre el músico Mauricio Aznar, malogrado líder del grupo de rock Más Birras. La película relata el viaje de este rockabilly por Latinoamérica en pos de su reconciliación con la profesión. Se alzó con los premios de la Juventud y de la Cooperación Española en la pasada edición del Festival de San Sebastián. 

La biografía musical del guitarrista flamenco Rafael Riqueni está programado en Panorama andaluz.

En Panorama andaluz destaca Riqueni, sobre la estremecedora batalla del maestro de la guitarra flamenca Rafael Riqueni para salir de la muerte en vida en la que estaba atenazado por el alcoholismo y su frágil salud mental. El largometraje hace recuento de un decenio de recaídas, internamientos y generosidad humana hasta llegar a su improbable resurrección como el artista jondo más preciado al cruzar caminos con Estrella Morente, Rocío Molina y Antonio Canales.

En la misma sección también hay espacio para rendir homenaje al fenómeno popular y universal que suponen las agrupaciones corales. En La gazela del estrecho, José Luis Tirado repasa la trayectoria a de La Coral de Tarifa en su quincuagésimo aniversario. El documental recoge el ensayo de un tema original compuesto para la películas mientras sus componentes, en su mayoría mujeres, narran sus vivencias musicales y también sociales, en un ejercicio de política ciudadana en relación a temas vitales como la educación, la sanidad, la vivienda, el trabajo, el género, el medio ambiente o la destrucción del tejido productivo.

Momento de la grabación de entrevistas para el documental 'Break Nation'.

Panorama andaluz incluye, así mismo, un documental sobre la escena breakbeat andaluza de los noventa: Break Nation, de David Pareja. La trama está planteada como una road movie confeccionada a partir de imágenes de archivo de entre 1992 y 2002, donde se recorre la gestación del fenómeno sin dejar de lado su contexto social, con hitos como la Expo de Sevilla, el turismo británico y el mandato de Jesús Gil. Desde los primeros promotores de fiestas hasta la eclosión de un star system de diyeis y radios y la masificación acompañada de cierto estigma ligado a la irrupción de la subcultura cani.

Durante esa década, el breakbeat se convirtió en una subcultura urbana, donde el exceso y la música electrónica protagonizaron las numerosas macrofiestas y raves que se sucedieron por toda la región andaluza. En especial, por Sevilla, Cádiz y Málaga.

El protagonista de 'Disco Boy' encuentra su redención en un club de París.

La electrónica también irrumpe en la sección Nuevas Olas con Disco Boy, donde el director italiano Giacomo Abbruzzese plantea un viaje visual y sonoro inmersivo protagonizado por un legionario que encuentra su redención en un club de París. La banda sonora es del diyei y productor francés Vitalic cuyo estilo distintivo tiene influencias del hard-techno, el electroclash y la electrónica más ochentera.

Finalmente, La bête dans la jungle, en Sección Oficial, Patric Chiha adapta libremente el cuento de Henry James y lo ambienta a puerta cerrada en una enorme discoteca, donde de 1979 a 2004, despliega la historia de un amor en paralelo al paso de la música disco al techno.