A pocos días su comienzo, el Festival de Sevilla, que será celebrado del 5 al 13 de noviembre en la capital hispalense, presenta la campaña de promoción de la 18ª edición. Un año más, se trata de una producción del actor y director Paco Campano (Sevilla, 1977), que desde 2014 da forma a uno de los elementos de comunicación del Festival más aplaudidos, celebrados y virales, con el humor, la cultura sevillana y referencias cinéfilas como ejes conceptuales.
Charlamos con Paco Campano, director del spot, quien nos revela algunos detalles sobre el proceso de creación y producción de su trabajo.
Paco Campano
Aunque a primera vista la promo de este año del Festival de Sevilla pueda parecer muy simple conceptualmente, incluso prosaica, como si lo único que nos contara con ese striptease es que desnudamos los secretos y los misterios del festival de Sevilla de este año, en el fondo hay dos ideas claves detrás.
Desde el año pasado estaba obsesionado con una imagen que pueda representar de alguna manera la salida de este periodo que hemos pasado todos de COVID, esa vuelta a la normalidad, ese desprenderse de todas las trabas que teníamos… y parecía que la referencia al striptease de Barbarella, icónico en nuestras mentes, muy naíf, ingenuo, parecía una manera fantástica de representar eso. Sin hacer una referencia directa, pero sí hacer sentir al público la tranquilidad de volver al cine y volver a las salas.
Por otro lado, he intentado escaparme de esa referencia directa a la película y hacer una representación de ese striptease que ocurría dentro de una nave espacial, con un decorado físico -como decía antes- muy naíf, que está formado en una suerte de caída espacial hacia Sevilla, que se nota en el último plano ya cuando cae en el hueco que queda en el callejón. Esa caída de alguna manera también representa la llegada a Sevilla de lo extraño, de lo fantástico, de algo distinto a lo que conocemos, que para mí es lo que representa el festival para la ciudad. De pronto el festival se convierte en una puerta por la cual entran un montón de mundos distintos, y eso también está ahí de alguna manera.
La primera idea era hacer dos spots, uno con un chico y otro con una chica… lo que pasa es que por una parte no quería trabajar el doble (se ríe), ya tenía suficiente trabajo con hacer un spot… y, por otra parte, necesitábamos a alguien con fuerza y energía que lo entendiera bien y lo supiera representar a la perfección. Entonces José Luis y yo pensamos en Greta, y ella aceptó y lo vio tan claro, que no necesitamos buscar a nadie más. Greta está conectada por un lado con la modernidad, y por el otro tiene una conexión tan directa con el sentido del humor que es fantástica. Ella, en el fondo, se ha dirigido a sí misma y ha conseguido ese efecto de ingravidez que tiene la promo, la ha conseguido ella sola sin necesidad de efectos especiales. Además, decidió hacerse el traje con su madre, Anna Jonsson. Ha sido fantástico contar con ella.
Además, contactamos con Greta, protagonista del spot y gran aliada de Paco para conseguir el maravilloso resultado que han obtenido.
Greta García Jonsson
A mí me llamó Paco y me habló de Jane Fonda y Barbarella, y me apunté del tirón. Soy bailarina y el reto era muy divertido. Le dimos varias vueltas a cómo conseguir el efecto ingrávito y hubo ideas muy locas. Finalmente un trabajo de cuerpo muy sencillo y sutil fue la mejor opción.
Grabamos directamente sobre el suelo y yo simplemente pensaba en que volaba bajo el efecto de algún psicotrópico (comenta entre risas). Rodaba y trataba de no apoyar pies ni manos en el suelo y no frenaba ninguna de mis articulaciones… como cuando estás en el agua que el cuerpo está suave y en continuo movimiento.
Lo principal, además de la calidad de movimiento, era el traje. Y como colaboradora habitual en mis trabajos escénicos, sin duda, pensé en Anna Jonsson, una polifacética artista plástica, y además mi madre. Tenía que ser un traje consistente y galáctico que diera contraste a la crudeza de la carne, y que además fuera fácilmente extraíble por partes. Bueno, nada sencillo. Conseguimos un traje capaz de hacerme llegar a la Luna bien abrigada. Fue muy rápido el entendimiento con Paco, Anna y Dani y fue todo un gustazo. Es un honor ser un poquito Jane Fonda en el SEFF.
¡Ah! añadir también que Sarah Cáceres, quien hizo el maquillaje y peluquería, mola muchísimo. El equipo al completo era una delicia.
