TARDES DE SOLEDAD

Albert Serra, enfant terrible de nuestro cine y también del francés, como demuestran sus anteriores Pacifiction (dos premios César) y Liberté (premio especial del jurado de Un Certain Regard en Cannes), vuelve a suelo patrio para centrar su mirada en el sumun de la españolidad: el toreo. Este documental recorre un día —de faena— en la vida del matador peruano Andrés Roca Rey, cuya experiencia íntima acompañamos desde que se viste de luces hasta que se desviste de sangre. El cineasta catalán salió a hombros de San Sebastián, donde se llevó la Concha de Oro, con este prodigio de la puesta en escena, que combina una abrumadora belleza plástica, digna de pañolada, con la brutalidad típica de la fiesta nacional, expuesta como nunca antes. Una obra nada complaciente sobre este misterioso arte de la lucha; «mitad vicio y mitad ballet», lo definía Cela.