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Una tarde con Chantal Akerman

En 2015 nos preparábamos con emoción para recibir a Chantal Akerman en Sevilla. Habíamos confirmado su demoledora No Home Movie en nuestra programación. A un mes de empezar el festival recibimos la triste noticia de su fallecimiento, y la película se convirtió así en certero testamento fílmico de una cineasta de cuyas películas es imposible salir ileso. Su título que es un juego de palabras: no es a pesar de su factura de guerrilla una "home movie" (película doméstica), sino una película en la que Akerman declara que no hay hogar posible después de la desaparición de su madre, la misma que aparece ya al principio de su filmografía asociada a la palabra hogar en News from Home (1977). Pues el ascendente de sus raíces (sobre todos las maternas) es palpable en su cine. Así explica su relación con sus padres en el programa (Re)trouvailles (en francés) en los años 70:

Hoy, al filo del que habría sido su setenta cumpleaños (el 6 de junio, del signo Géminis) celebramos su existencia recuperando una serie de entrevistas y también de películas en las que, como en No Home Movie, se sitúa delante y detrás de la cámara.

Porque así fue como empezó todo. En 1968, una jovencísima Chantal Akerman hacía saltar todo por los aires, literalmente, en Saute ma ville:

Ella misma aparecería también en su primer largometraje, Je tu il elle (1974), y en otras obras cortas osadamente personales, como el recorrido por su habitación de La chambre en 1972 (en la cama, espacio icónico para Akerman):

Pero fue en 1975 (con apenas 25 años) cuando Chantal Akerman se consagró con una película que se puede contar como obra maestra del cine universal, Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles. El vacío existencial del ama de casa (interpretada con clínica precisión por Delphine Seyrig), ese “malestar que no tiene nombre” que describió Betty Friedan (hoy de vuelta en el candelero con Mrs. America) en La mística de la feminidad frente a nuestros ojos. El equipo de Jeanne Dielman estuvo formado principalmente por mujeres (con Babette Mangolte como directora de fotografía), como vemos en estas imágenes del rodaje:

Años después, en 2009, así habla Akerman sobre el origen de su mítica película para Criterion:

Y en 2011, en esta entrevista realizada en el Festival de Venecia, recapitula sobre su formación y sus comienzos en el cine: 

Con Jeanne Dielman empieza su andadura por festivales, y una extensa y fructífera carrera en la que no faltarán trasuntos más o menos velados de su persona: la cineasta en gira infinita de Les rendez-vous d'Anna (1978), o su "yo" adolescente en Portrait d'une jeune fille de la fin des années 60, à Bruxelles (1993), película realizada para la (hermosa) serie de televisión francesa Tout les garçons et les filles de leur âge

También para televisión, en este caso para la segunda encarnación de la serie de retratos de cineastas creada en 1964 por Janine Bazin y André S. Labarthe, Cinéastes de notre temps (retomada en 1988 por el canal ARTE bajo el nombre Cinéma, de notre temps). Cuando Bazin y Labarthe le ofrecieron hacer un capítulo de la serie, Akerman propuso varios cineastas que la serie ya había revisado. Así, en broma, se propuso a sí misma, y así tuvo origen Chantal Akerman por Chantal Akerman, capítulo compuesto en su primera mitad por ella hablando a cámara, y en la segunda por un repaso por su cine. 

Y si se trata de lecciones de cine, ya en 1983 Akerman había enseñado al mundo cómo se hace una película en su Les Années 80: se trata de una especie de "making of" de Golden Eighties (película incluida en nuestro ciclo de 2019 "Melodías Excéntricas"). En este fragmento dirige, arrebatada, la grabación de una de las canciones del film: 

Y así habla sobre el mismo (para quienes entiendan francés) en esta entrevista de los años 80:

Años más tarde, así la capturó José Luis Guerin en su película Guest, durante el festival de Venecia, siempre lúcida y aguerrida:

Terminamos esta video playlist en un lugar fundamental para Akerman: su cama. Por un lado, recomendando encarecidamente la reveladora "entrevista en pijama" que le realizó la también brillante crítica francesa Nicole Brenez (que se puede leer en español aquí), y dejando como colofón este pequeño film, Portrait d'une Paresseuse (1986), autorretrato en clave de pereza. Pues, recordemos todos, para hacer una película lo primero que hace falta es desperezarse y salir de la comodidad de la cama.