Costa-Gavras / EFA

COSTA-GAVRAS, LA MIRADA COMPROMETIDA

 

En tiempos convulsos como los que vivimos, la mirada de Konstantinos Gavras (Lutra-Iraias, Atenas, 1933), mundialmente conocido como Costa-Gavras, se vuelve acaso más necesaria que nunca. Lejos de entender el cine solo como mera industria del ocio, el director franco-griego ha hecho de sus películas una verdadera herramienta de transformación social y de movilización de conciencias, sin renunciar nunca a un exquisito sentido de la estética. Es por todo ello que la Academia Europea del Cine le otorga este año su premio de honor.   

En la memoria de todos los buenos aficionados están sus primeras y fructíferas colaboraciones con Yves Montand, como Z (que obtuvo el premio del Jurado en Cannes y el Oscar a la Mejor película de habla no inglesa y al Mejor montaje) o Estado de sitio. Pero también el impacto que supuso Missing (Desaparecido), que añadió un nuevo Oscar a su palmarés – esta vez al mejor guion adaptado– además de la Palma de Oro de Cannes y el premio a la Mejor interpretación masculina para un colosal Jack Lemmon.

Tras otros títulos destacados de su filmografía como Hanna K. o El sendero de la traición, llegó el Oso de Oro de Berlín llegó para La caja de música, con Jessica Lange y Armin Mueller-Stahl como protagonistas; Mad city, con John Travolta y Dustin Hoffman, Amén, sobre la que recayó el premio al Mejor Guión en los Cesar, Arcadia ( 2004), Eden al oeste (2009) y, más recientemente, Capital, protagonizada por Gad Elmaleh y Gabriel Byrne, que se estrenó en San Sebastián en 2012.    

“Mis películas, y en general todas las películas, no son ni pueden ser un discurso político o académico, ni una lección, sino un espectáculo. Ahora bien, todas ellas hablan de la sociedad y de sus problemas, y a final eso las hace un poco políticas”, afirmaba el director en una entrevista para el diario español El País. Y esto, el compromiso y el espectáculo, el apego a la realidad y la capacidad para soñar, han sido las coordenadas que han marcado siempre su trabajo.

Costa-Gavras también dirige ópera y espectáculos musicales y es presidente de La Cinémathèque Française. En 2011 recibió la Orden de las Artes y las Letras de España, y ahora la Academia del Cine Europeo le tributa su máximo reconocimiento. Un premio que en ediciones anteriores fue a parar a manos de leyendas como Manoel de Oliveira, Michel Piccoli, Sir Michael Caine y Andrzej Wajda.