El camino para hacer realidad Splendid Hotel ha sido largo, pero ha llegado a buen puerto y el director Pedro Aguilera ha detallado la travesía hoy a los medios en el Festival de Sevilla. La película narra las vicisitudes del poeta Arthur Rimbaud en África como traficante de armas a través de una absoluta libertad narrativa y estilística.
“Siempre estuve fascinado por el personaje. Muchos artistas a los que admiro se han visto influidos por su obra y por su vida. Fue un hombre que con 19 años dejó de escribir por completo y se pasó 17 de aventuras como explorador y como comerciante. La más famosa es la época en la que estuvo en Etiopía comerciando con armas”, ha explicado el realizador donostiarra, que ha estado acompañado en la rueda de prensa por el actor principal, Damien Bonnard, y el compositor Fernando Vacas.
La trama está ambientada en Tadjoura, una ciudad situada en Yibuti, en el Mar Rojo, en 1886. El poeta maldito intenta montar una caravana en Cuerno de África y vender miles de fusiles al rey de Abisinia. Sueña con ganar suficiente dinero para regresar a Francia y finalmente vivir en paz. Pero el destino tiene otros planes para él y un final muy diferente. Vive un sinfín de problemas y afronta un declive total, tanto físico como emocional. La espera en Tadjoura lleva al precursor del simbolismo a un punto de no retorno. Los días pasan, el calor es insoportable y sofocante, la luz del sol, omnipresente.
Aguilera ha diluido persona y realidad en la trama, hasta el punto de transmitir al público una sensación de sueño, de misterio y fantasmagoría. Para tal propósito, ha recurrido a la repetición de tomas, emulando la redundancia que se da en la poesía. La obra de Rimbaud recoge el concepto atemporal de estar en todos lados y en ninguna parte, y el realizador ha tratado de transmitir esa sensación de limbo en la película.
La primera versión de la historia era más lineal, pero Aguilera se percató de la repetición constante de elementos y eso le dio juego para llegar a la abstracción poética que buscaba, así que dio al conjunto forma de bucle. El cineasta ha compartido que su aproximación a este trabajo ha estado marcada "por la intuición y la libertad absolutas".
En lo que respecta a la música, Fernando Vacas ha definido su banda sonora como “un perfume, un paisaje sonoro” que ha desarrollado de manera intuitiva “en su búsqueda de la belleza del personaje”.
El actor francés Damien Bonnard conocía al poeta y sus versos desde los 15 años. “Pedro y yo hablamos mucho. Cuando me decía “vamos a grabar”, no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. Yo llevaba siempre un micro conmigo y nos echábamos a la calle para vivir esa poesía”, ha explicado el intérprete, en cuyo currículum constan trabajos con, entre otros, Christopher Nolan (Dunkerque) y Wes Anderson (La crónica francesa y Asteroid City),
El primer día de rodaje se cortó la mano y asegura que ese accidente le ayudó a meterse en la piel de Rimbaud, también malherido en la vida real. “Es la vez que he rodado algo más bello y de forma más peligrosa”, ha considerado Bonnard.
La producción se rodó en muy poco tiempo, sin guion, tan solo con un tratamiento de ocho páginas, y la presencia de dos operadores de cámara “para expresar la bipolaridad del personaje a partir de dos miradas distintas. Siempre digo que no es una película sobre Rimbaud, la película es Rimbaud”, sintetiza su director.
Splendid Hotel es, en suma, un acto poético, la historia de una desaparición y el comienzo de un mito.