Río directoras
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ENTRE CAFÉ Y CELULOIDE

 

Y por las tardes haremos lo de siempre. Porque nos gusta y porque nos divierte. Seguimos pasando el tiempo entre secciones y cafés. Muchas y distintas conforman nuestro Festival.

Panorama Andaluz es una ventana a las producciones que han tenido lugar durante el último año en Andalucía. Rampa pone el foco en directores noveles. Embrujo, en voces experimentales. Alumbramiento, muestra películas ávidas de distribución. Las películas que te montas a veces en la cabeza nunca formarán parte de ninguna. 

 

Emergentes

 

El punto de partida fue una distendida charla en la que las protagonistas vespertinas fueron 'Olivia', de Sofia Petersen (guion trabajado de forma híbrida donde las haya: la primera mitad fue escrita durante varios años, pero la otra mitad se desarrolló durante el rodaje, a partir de la intuición), 'Comeback', de Jan y Raf Roosens (Veerle Baetens junto a su hija en la vida real, Billie‑Louise Vlegels, arrastrada por la vida nocturna de su progenitora y sin embargo estrella techno), y 'Perla', de Alexandra Makarováa, que se inspira en su propia familia en este relato de una artista exiliada en Vien que regresa a la antigua Checoslovaquia.  

 

Cafés con andaluces

 

A continuación, entraron en escena dos creadores andaluces. 

José Antonio Torres, ha codirigido junto a Antonio Manuel 'Lorca en la Habana'. Qué ventajoso el poder seguir los pasos de Federico por Cuba y poder sentir todo lo que se describe en el documental. “Lorca estuvo en muchos sitios. Como en Argentina, tocando con Gardel. Pero nos interesaba la huella que dejó en Cuba y Cuba en él. Allí fue más músico que poeta”.

Dicen que su estancia allí, donde se cargó de nuevos conceptos tras una ruptura sentimental dolorosa,  fue una de sus etapas más felices, y que se nota en sus poemas, en los que empieza a introducir el sol cálido y la luz. Todavía no hemos escuchado la voz de Lorca. Tristísimo. Desolador. Pero, citándole, “el más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta”. Mientras, consumamos con pasión todo lo que tenga que ver con el de Fuente Vaqueros. 

La siempre impactante Fany de la Chica ejerce un compromiso autorreferencial entre los olivos de Jaén. “Ha sido horroroso. Cuando terminé 'Tiempo entre olivos', lloré. Llegó un momento en el que no tenía escapatoria. No tenía el mismo sentido si yo no estaba frente a la cámara. Emigré hace más de quince años fuera de España, a Estados Unidos y Londres. Volver y observar que no me siento parte del sitio al que quiero pertenecer… Fue impactante. ¿Cómo podía ser que estuviera en América y sólo pudiera escribir sobre Jaén? Es contagiosa la  pérdida de humanidad en las ciudades. La vida es otra cosa.”. 'Tiempo entre olivos' es uno de los tantos destellos que le quedan por ofrecer a esta artista multidisciplinar, dueña de su mundo, pero capaz de que cualquiera se reconozca en él. 

 

Texto de © Beatriz Rodríguez Ruiz