LILIANA TORRES
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‘¿QUÉ HICIMOS MAL?’: LILIANA TORRES BUSCA RESPUESTAS

En pantalla, la Lili personaje vive un momento de crisis, con su pareja, con su vida, con su pasado. La Lili personaje dirige películas, y decide tirar adelante un proyecto audiovisual catártico: rastreará y entrevistará a sus tres ex-parejas, las relaciones sentimentales más importantes de su vida, con el objetivo de responder a la eterna pregunta que planea sobre toda ruptura: ¿qué hicimos mal? Una de las visitas la llevará hasta México, país en el que residió siete años y con el que mantiene un emocionante vínculo afectivo. La Lili personaje coincide en todo eso con Liliana Torres (Barcelona, 1980), la directora y protagonista de ¿Qué hicimos mal?, una de las joyas de la Sección Oficial del Festival de Sevilla.

En su segundo largometraje de ficción tras Family Tour (2013), aunque la palabra ficción no se ajuste estrictamente a lo que Liliana Torres ha hecho en ambas ocasiones, la cineasta aborda algo que podría etiquetarse como auto-ficción, o ficción-documental. O... “Si tengo que escoger entre estos dos términos yo creo que el que más se ajusta es el de auto-ficción”, explica Torres. “Se trata de un relato que se basa en personas reales de mi vida, y en mí, que contiene situaciones reales; como las entrevistas, pero que también tiene muchas partes de ficción; como en la vida de la pareja, o en la manera en la que están ordenadas las secuencias e incluso en el viaje de búsqueda que hace la misma protagonista”.

La Lili cineasta que llega a Sevilla con ¿Qué hicimos mal?, la Lili actriz que aparece en la película, la Lili personaje que vemos en pantalla. De nuevo, usar las palabras personajes y actriz en este caso tampoco se ajusta estrictamente a la realidad. Así lo explica Torres: “Mi trabajo no ha sido propiamente ‘actuar’. O eso creo. Lo que he hecho es interpretarme a mí misma en las situaciones del guion. Revivir. No he usado ningún entrenamiento ni técnica actoral porque las desconozco y porque quería que la honestidad y la experiencia vuelta a vivir fueran los que llenaran al personaje. Esto ha requerido que las actrices y actores de la película hicieran un esfuerzo para ir a mi terreno y dejando de lado la técnica jugaran conmigo a la verdad”.

 

¿Cómo se lleva ser Lili delante y detrás de la cámara?

No ha sido una experiencia fácil. No puedo decir que la haya vivido con tranquilidad, incluso podría decir que sólo empecé a gozarla hacia el final del rodaje. La actuación y la dirección se conectan durante la creación de las escenas en el rodaje y los ensayos, pero la materia prima que pone la directora es muy diferente de la que pone la actriz. En la posición de directora el objetivo final y la percepción siempre se mantienen claros, a veces difíciles e incluso imposibles, pero enfocados. En el caso de la actriz, o de mí actuándome, para ser más exactas, cuando revivía la emoción sólo si me dejaba llevar alcanzaba el grado de honestidad que yo quería (como directora) para la peli, pero eso implicaba perder la claridad y percepción global durante lo que duraba la escena. Ese ejercicio de ida y vuelta me resultó muy desgastante física y emocionalmente. Y también me sentí muy vulnerable durante el rodaje ya que de alguna manera ‘la coraza’ me la tenía que quitar y poner durante esas transiciones y ahí sí me sentía desnuda.

 

¿Cuáles son los retos que afronta un creador ante esa particular mezcla entre realidad y ficción?

Supongo que los retos especiales que tiene la auto-ficción están todos en relación a la óptica con la que se aborda la historia. Requiere que sea una óptica lejana; en el sentido que la historia tiene que haber madurado en la propia biografía, y me atrevería a decir, que también haberse cerrado, o al menos en un alto grado. Además, tiene que ser una óptica que te permita saber cuando un evento real es importante para la narración más allá de la importancia particular en la vida de la creadora. En resumen, tener una cierta perspectiva biográfica, una distancia.

 

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Fotograma de ¿Qué hicimos mal?, de Liliana Torres

 

¿Cuál es el punto de partida del proyecto, qué querías contar?

Quería hablar del fenómeno de la obsolescencia programada de la pareja en nuestra generación. De cómo se ha vuelto más habitual tener varias, o muchas, parejas a lo largo de la vida en lugar de tener tan sólo una o dos. Me refiero a parejas sentimentales donde hay una clara profundidad íntima; en las que en la mayoría de los casos se convive, se ‘siente’ como familia (con o sin hijes) o se genera un tejido social alrededor de la misma, por mencionar algunas características. Me parecía que este fenómeno tenía que ver con los obvios cambios sociales en referencia al género, pero que detrás de estos cambios sociales evidentes hay también otros cambios más personales que han influenciado significativamente en esta transformación del paradigma; el principal para mí, la posibilidad, más generalizada, que la mujer tiene hoy en día de entrar en un contacto más profundo con su ‘ser existencial’ o sus ‘necesidades existenciales’.  Y esto lo cambia todo respecto a la pareja y a nuestro rol en ella.

 

En la película se deja ver la trascendencia que tuvieron tus años en México.

Sería muy complicado para mí enumerar todas las cosas que me han aportado mis años en México. Siete años viviendo y múltiples visitas y amigos/as se traducen en muchas experiencias que me han enriquecido. Tengo muy buenos recuerdos de México y los atesoro con mucho cariño. Es el país en el que oficialmente empecé a trabajar en cine, en el que dirigí mis primeros trabajos, el país en el que tuve mi primer piso sola, el país de los viajes maravillosos y las/los amigas/os fantásticas/os. Me crucé con muchas personas maravillosas, algunas de ellas son parte de mi vida todavía. De hecho, aparecen amigos y amigas mías interpretándose a sí mismas en la película.

 

En tu anterior Family Tour también mezclabas tu propia realidad con la ficción. Allí, tu familia se ponía ante la cámara para interpretarse a sí misma. Pero era la actriz Núria Gago la que daba vida a Lili.

En Family Tour no pensé en ponerme delante de la cámara por varios factores; el primero y más importante es que el personaje principal se siente un alienígena en su familia, y yo quería que eso fuera algo constantemente palpable en la película, que incluso fuera la persona de la familia que menos se parecía a la familia. Por eso, escoger a una actriz para interpretar a Lili me pareció lo más oportuno, una actriz que fuera natural, pero que no fuera de mi familia. Una infiltrada, en definitiva. Y claro, que fuera mi primera película también tuvo mucho que ver con esta decisión, era mucho más arriesgado que yo estuviera delante de la cámara, pero no fue la variable con más peso en esta decisión.

 

Estrenas mundialmente ¿Qué hicimos mal? en el Festival de Sevilla. ¿Qué esperas y qué te parece este foco, este festival, para iniciar el camino de la peli?

Estoy muy contenta de estrenar mundialmente en el festival de Sevilla. Es para mí un honor compartir la selección oficial con nombres de cineastas a les que admiro y creo que el festival está muy bien posicionado en España y cada vez más en el panorama europeo. Creo, además, que el line-up está muy bien conseguido y tiene mucha identidad. Pero además es para mí un lugar especial porque el primer premio que ganamos con Family Tour fue en el festival de Crossing Borders y el director del Festival de Sevilla, José Luis Cienfuegos, era parte del jurado en esa edición, así que nos conocimos bajo esa circunstancia y ese recuerdo lo tengo muy presente, ¡como no! Nuestro primer premio.