'On The Go' rinde homenaje a la película de Gonzalo García Pelayo 'Corridas de alegría'.

María Royo: "On The Go' es una película imperfecta y llena de magia"

Ser o no ser madre, esa es la cuestión. On The Go es una delirante road movie llena de música, donde una misteriosa sirena con una corona mágica guiará el viaje. 

Se ha dicho que Gonzalo García Pelayo fue el único representante de la nouvelle vague en España. Director de culto, padre del rock andaluz, las directoras debutantes Julia de Castro y María Gisèle Royo han decidido rendir tributo a su película Corridas de alegría (1982) en su ópera prima, On The Go.

Cuatro décadas después, el tándem creativo revisa aquella road movie sobre amistad y fracaso amoroso inmersas en la era de las aplicaciones de citas, la eterna juventud y la inseguridad económica. El contexto, además, está marcado por el periodo vital que ambas realizadoras comparten: los últimos años de fertilidad en un momento histórico de autosuficiencia femenina.

“Hemos respetado el espíritu libre de la película original y, a partir de ahí, hemos creado algo totalmente nuestro, donde hay ecos de la libertad y el montaje propios de la nueva ola francesa”, ha explicado Royo en rueda de prensa.

'On The Go' es una road movie punteada de canciones.

On The Go, de hecho, era el título que originalmente quería darle Pelayo a su producción, “y sobre la marcha fueron muchas decisiones de la película”, ha apostillado la directora, productora y editora de documentales.

Julia de Castro ha completado esa información desvelando que estuvieron filmando pensando que iban a rodar un principio y un final, pero finalmente, nunca existieron: “El largometraje se ha rodado prácticamente entero en tomas únicas en 16 milímetros. Hubo escenas veladas, a ese nivel de riesgo trabajábamos”.

En esta trama, donde son fundamentales un Chevrolet y mucha música de fondo, la polifacética artista no se limita a codirigir, sino que la protagoniza junto a Omar Ayuso, Chacha Huang y Manuel de Blas.

“Estábamos capacitadas para saber que lo que habíamos escrito podía no rodarse, pero contamos con un equipo que respondió positivamente a esa renuncia y a esa improvisación constantes. De hecho, la banda sonora también se fue construyendo. Desde el principio contactamos con artistas vinculados a la música y fuimos incluyendo talentos, incluso a nuestros montadores, porque también tienen un grupo”, ha detallado la actriz y cantante.

Las directoras en un momento de rodaje junto a Omar Ayuso y Manuel de Blas.

Esta película atípica es una fusión ecléctica de géneros a los que luego han dado una coherencia en el resultado final. De hecho, María Royo cita como influencias nombres tan dispares como los de Alejandro Jodorowsky, Pier Paolo Pasolini, Quentin Tarantino y Agnès Varda.

La película lleva un recorrido extraordinario en festivales. Tras su paso por Locarno, donde obtuvo una mención especial de Jurado Joven, acaba de ser reconocida como mejor película española en Gijón. A la espera de conseguir distribución nacional, ya tiene garantizado el estreno en Taiwán, Francia, Alemania y Suiza. Como la define Royo, “es una película llena de imperfecciones y de magia”.