La exposición ‘Archivo Colita’, que reúne más de un centenar de imágenes de la gran fotógrafa barcelonesa (muchas de ellas inéditas), puede verse en la Sala Atín Aya hasta el 10 de noviembre dentro de las actividades paralelas de la Bienal de Flamenco
Durante los preparativos del rodaje de Los Tarantos (1963), de Francesc Rovira-Beleta, Isabel Steva Hernández Colita se adentró en los poblados gitanos de Montjuïc y Somorrostro en busca de figurantes y quedó cautivada con las gentes de esas calles en las que, pese a la terrible miseria, los cantes, los bailes, la música, la alegría espontánea y comunitaria, llenaban de contagiosa energía el ambiente. De este modo, con un pie en el cine y gracias a la amistad que trabaría con la gran bailaora Carmen Amaya y a sus tempranos trabajos con Antonio Gades, al que conoció en 1967 mientras éste rodaba El amor brujo de nuevo con Rovira-Beleta , nació en Colita su apasionado interés por el flamenco y el mundo de los gitanos que ya no dejaría de cultivar.
En su reconocida y fecunda carrera, la artista barcelonesa reflejó a través del filtro tierno y luminoso de su cámara el mundo del teatro, la realidad más áspera de las calles, los albores del movimiento feminista, el ambiente de la Transición y abundantes retratos de actores, políticos y gente de la cultura en general. Y del cine en particular, pues aunque no sea su faceta más conocida, la de retratista de cineastas (como Orson Welles, al que conoció en 1965, durante la filmación en España de Campanadas a medianoche) o rodajes (de Gonzalo Suárez, Vicente Aranda, Jacinto Esteva, Pedro Lazaga, Bigas Luna, Ventura Pons…) constituye una parte también indispensable de su obra.
A sus epifanías jondas durante sus viajes por Andalucía, fruto de las cuales surgió una de sus publicaciones más reverenciadas, Luces y sombras del flamenco (1975), dedica ahora la Bienal de Flamenco una magnífica exposición que puede verse en la Sala Atín Aya del Espacio Turina en el marco de sus actividades paralelas.
Autora de numerosas fotografías icónicas por las que desde hace décadas ha recibido el reconocimiento de la crítica, la admiración del público y una larga lista de premios y reconocimientos (el último de ellos, este mismo año, la Medalla de las Bellas Artes que concede el Ministerio de Cultura y Deporte), Colita ha abierto para esta ocasión su archivo personal, por lo que la exposición supone una oportunidad excepcional para ahondar en la obra de una figura que ha inspirado, además, el cartel la Bienal, cuya nueva edición se celebra desde este jueves 8 de septiembre hasta el 1 de octubre.
La exposición, que podrá visitarse hasta el 10 de noviembre, se articula en una secuencia de orden cronológico estructurada en tres actos: Mundo gitano (1962-1963), Viaje a Andalucía (1969) y Ocaña por Colita (1977-1983).
Foto: Colita. Bar del Pinto. Sevilla, 1969.