João Pedro Rodrigues © José Antonio de Lamadrid

Ser y parecer: un mismo conflicto, distintas miradas

‘Fogo Fátuo’, una desbordante “fantasía musical’ del cineasta portugués, y ‘Vera’, magnético retrato de la hija de una leyenda del ‘spaghetti western’ firmado por Covi y Frimmer, se presentan en la Sección Oficial del Festival de Sevilla
 

João Pedro Rodrigues y Tizza Covi, dos cineastas que regresan al Festival de Sevilla, han presentado este jueves sus respectivos trabajos, que compiten en la Sección Oficial de esta 19ª edición. El primero en tomar la palabra en rueda de prensa en el hotel Sevilla Center, sede del certamen, ha sido el portugués, autor clave del reciente y fecundo cine portugués y ganador del Leopardo de Oro de Locarno, que está de vuelta en Sevilla después de presentar en la edición de 2012, dentro de Las Nuevas Olas, La última vez que vi Macao

João Pedro Rodrigues estrena ahora en España Fogo Fátuo, cuya proyección en la Quincena de Realizadores de Cannes provocó un gran revuelo festivo, una historia de bomberos y miembros de la realeza de un Portugal futuro donde se ha restaurado la monarquía. Se trata, ha apuntado el jefe de Programación del festival, Javier H. Estrada, de un título que renueva las “posibilidades del cine para celebrar la alegría de vivir, pues es una fiesta absoluta”. 

El origen del proyecto, ha contado el cineasta luso, fue algo tan prosaico como una visita a su dentista. Mientras aguardaba para ser atendido, se puso a hojear una revista de cotilleos, donde aparecía un descendiente de la familia real portuguesa, que desde 1910 no tiene ningún reconocimiento oficial en el país vecino, contando que quería ser bombero. “De repente sentí que esa historia debía contarse, o más bien ser ficcionada”, ha recordado Rodrigues. 

Rodrigues ha calificado Fogo Fátuo como una “fantasía musical” porque, no en vano, “es una comedia musical, un género clásico de Hollywood”. “Aunque cuando estábamos montando el film me di cuenta de que era también una película sobre un futuro completamente imaginario”. Aunque comienza en el año 2069, año en el que el agonizante monarca luso echa la vista atrás, a los dulces días de su juventud, la acción se desarrolla en 2011 pero habla de cuestiones muy presentes, como el cambio climático, las cuestiones de género e incluso crisis globales como la desatada por la reciente pandemia.

“Es muy infrecuente ver una comedia dentro de lo que consideramos cine de autor, que suele consistir en películas largas y muy serias. Yo, en cambio, creo que es importante que nos riamos en las salas de cine. Por eso he intentado plantear cuestiones muy importantes pero de forma irónica. Después de todo, El gran dictador de Chaplin es una de las películas más profundamente políticas que se han hecho nunca, ¿no? Y desde ahí hasta los Monty Python, por ejemplo. Yo no pretendo ser radical, lo que yo quiero es hacer las películas que sé que puedo hacer en cada momento específico de mi vida, de manera que, aunque no son autobiográficas, son personales y por tanto políticas, en el sentido de que hablan de la forma en que veo el mundo cuando las hago”, ha explicado Rodrigues.

El tema fundamental de la película, ha reflexionado el cineasta, es “cómo nos mostramos a los demás, en oposición a lo que realmente somos”. Esto lo plantea el director a través de la historia de amor entre un joven miembro de la realeza y un bombero. “En este aspecto –ha contado–, me interesaba que una historia tan increíble en su propia naturaleza resultase creíble. En el fondo es lo que siempre intento hacer en mi cine, que de alguna forma lo fantástico sea real”. 

Tizza Covi © José Antonio de Lamadrid

 Tizza Covi © José Antonio de Lamadrid

Una persona tras la máscara de la fama
 

Vera, por su parte, es el nuevo trabajo de la italiana Tizza Covi y Rainer Frimmer, quienes ya visitaron el Festival de Sevilla en 2016 con Mister Universo. Ganadora de los premios a la mejor dirección y a la mejor actriz en la sección Orizzonti de la Mostra de Venecia, la película ofrece un magnético retrato de Vera Gemma, hija de la mítica estrella del spaghetti western Giuliano Gemma, convertida hoy en una celebridad televisiva de Italia y vista por casi todos como un juguete roto.

“Cuando conocí a Vera y pasé un buen rato hablando con ella, me pareció una persona tan interesante e inteligente que me avergoncé de los prejuicios que tenía acerca de ella”, ha contado Covi en rueda de prensa. “A partir de entonces, quise sobre todo indagar en los mecanismos por los cuales juzgamos tan fácilmente a los demás. Con Vera, en mi país, están familiarizados los espectadores de televisión, de programas de telerrealidad sobre todo, pero en realidad no la conocen”, ha añadido la cineasta. 

Con la habitual convivencia “natural y desprejuiciada” de realidad y ficción que se daba en títulos anteriores como La pivellina (2009) o la mencionada Mister Universo, Covi y Rainer Frimmer entregan de nuevo en Vera un híbrido que presenta, no obstante, una sutil evolución en su concepción del cine. “En esta película hay más teatralidad y más dramaturgia, por ejemplo a través de la historia del robo y el niño, aunque en cualquier caso la historia es real y nosotros lo que hicimos fue reconstruirla desde el inicio”.

“Esencialmente, nosotros nos acercamos al cine como documentalistas, nuestro interés es la verdad, estar cerca de los personajes. Y yo particularmente no entiendo por qué sigue habiendo ciertos prejuicios respecto a los registros de no ficción, cuando ya la primera película de la historia del cine, La salida de los obreros de la fábrica (1895) de los hermanos Lumière, era un documental. Para mí, el cine no tiene que ser verdad, pero debe contener una verdad”, ha concluido Covi.